miércoles, 21 de junio de 2017

Las divertidas Rinchas

Día aburrido al Egging salvado por las entretenidas Rinchas

Hoy estaba siendo un día nulo en cuanto a capturas de egging como viene siendo habitual este año. Los calamares y chocos no querían hacer acto de presencia. La moral en el muelle estaba por los suelos. Hablando con el resto de los pescadores comentaban que en el muelle de la lonja de la ciudad estaban entrando rinchas como fieras. Bueno, donde vivo yo, que está más hacia el interior de la ría,  es más difícil que lleguen. De hecho nunca he visto a nadie tentar a esa especie en este muelle.

El caso es que al rato, uno de los veteranos logra capturar un calamar de escasa talla. Acto seguido, se dirige a su coche y se trae una caña con boya. Se pone a pescar a dos cañas, una con boya con un trocito del calamar capturado como cebo, y con la otra continua a egging. Pasados un par de minutos vemos la boya ir a toda castaña de un lado para otro, como una loca. El paisano, pega el tirón y recoge. Al final de la línea saca una rincha. 

Acto seguido, el pescador corta con un cuchillo una parte de la cola de la rincha y la anzuela. Vuelve a lanzar. Al poco, Zas! otra picada, la boya loca por el mar. Tirón y recogida. Vuelta a encarnar y al agua de nuevo. Yo lo observo y me quedo con la copla. Aburrido de no pescar nada a egging le pido si me puede dar un trozo de rincha para tentarlas. El como buen compañero, accede sin problema. Voy al coche, cambio de caña y me traigo una multiusos que tengo. La preparo, le coloco una boya, y el Gusy Glow correspondiente. Encarno el anzuelo y al agua.

Al poco rato, Fiuuummm!!! la boya como una loca de lado a lado del agua, como si tuviese un misil enganchado en el final de la línea. Tirón, pelea y al muelle. Mi primera Rincha!!!. La noche prosiguió, capture unas 15 y tuve multitud de picadas fallidas divertidisimas por la acción frenética y la adrenalina . La gente que estaba pescando calamares fueron desfilando del muelle como almas en pena atosigados por el desánimo, mientras tanto el compañero veterano y yo lo pasamos como niños con juguetes nuevos. Lo único malo es la peste que dejan las rinchas. 5 veces me lave las manos al llegar a casa y no daba desprendido ese olor tan profundo y característico de mis manos. 

Al día siguiente ya baje al muelle mas preparado, con guantes de látex y un trapo de usar y tirar. Otra noche espectacular. Capture unas 20 y otras tantas fallidas que emocionaban sobremanera. Me divertio de tal forma este tipo de pesca, que tengo pensado incluirlo todos los años en mi agenda y tentarlas al menos una vez por temporada. 


Un Saludo y Buena Pesca!

lunes, 12 de junio de 2017

Primera salida Spinning vacacional 2017

Primera salida a spinning en la zona vacacional inmejorable.

El año pasado mi compi Ángel acabó un poco hastiado del surfcasting. Entre el engorro y sacrificio que supone la recolección de cebo, más el tener que andar pendiente de que no te llamen la atención por ejercer el derecho inherente al pago de tu licencia, que en esta zona son especiales, y solamente nos dejan entre 20.000 playas estupendas, un triste lameiro para coger cuatro miñocas, pues en definitiva, acabó harto. Tampoco la acción de pesca le motivaba. Es una persona dinámica, necesita acción, no tiene el aplomo y paciencia de esperar 1 o 2 horas a tener alguna picada, y que aun encima ,probablemente sea un ejemplar mini talla que tengas que devolver al mar. Yo lo comprendo, pero con los años me voy decantando más por el estilo relax, que por el de acción. Etapas de la vida.

El caso es que al final de temporada probó el Spinning y le encanto. Ese rollo de moverte por las piedras, lanza aquí, lanza allá, pegarse madrugones de aupa para estar en el pedrero en las mejores horas, y la pelea que presentan las lubinas en esta modalidad, va muy con su carácter y espíritu. Yo ya sabía que este año poco lo veríamos con las cañas fijas en la arena.

De hecho antes de la temporada se hizo con un buen material para esta modalidad. Equipo contrastado, de marca, fiable, nada de chinadas ni inventos raros. Se le veía súper motivado. Yo por el contrario, preferí tirarme al low cost para probar a fondo esta disciplina sin arriesgar demasiado, la economía no esta para tirar cohetes. La caña que tengo para estos menesteres se defendió bien, pero en cuestión de señuelos, si se noto la diferencia.

Pues nada, acordamos hora para levantarnos el domingo. Me dijo a las 6. Yo en principio pensé que estaba de coña y le seguí el rollo... pero menuda sorpresa... estaba en serio y me tuve que comer el madrugón. A mí madrugar me gusta tanto como que a un gato le duchen, pero me apetecía sobremanera acompañarlo, y disfrutar de esta modalidad en estas aguas en su compañía. Al día siguiente, suena el despertador a la hora acordada. Somnoliento desayuno y me reúno con el. Ponemos dirección al pedrero. 

El más o menos conocía alguna zona cadenciosa por su experiencia final del año pasado. Ya tenía identificados un par de spots buenos para la captura de lobas. Allí nos dirigimos. En la primera puesta y al primer lance pone en seco una hermosa lubina. Yo lo miro flipando. Seguimos pescando. Al poco rato arranca otra hermosa loba de la seguridad del mar. Yo lo sigo mirando, flipando. Después de esta segunda captura insiste para que yo ocupe su lugar, que quiere verme de estreno. Yo remoloneo un poco, no quiero joderle su racha, pero el sigue insistiendo hasta que lo consigue. Hago un par de lances y Zas!! picada y lucha, bonita dado lo complicado de la zona. La pongo en seco a la par que Ángel se aproxima a mi puesta. Me auxilia con el desanzuelado y me premia con palabras alentadoras y una palmadita en la espalda.

Yo me quedo donde el me dijo, como hijo que toma al pie de la letra las palabras que le aconseja su padre. Sigo lanzando ilusionado, y tras varios intentos fallido, consigo cazar otra loba. La pongo en la piedra y continuo mi actividad. Entre tanto Ángel se había desplazado por el pedrero haciéndose valedor de dos ejemplares más. Seguimos machacando la zona durante una hora a la par que lorenzo comenzaba a hacer acto de presencia por el horizonte. Llegado este momento, y vista la escasa actividad reciente, decidimos cambiar de puesta.

Nos trasladamos a otra zona que a Ángel le había dado alguna que otra captura el año pasado y le transmitía buenas vibraciones dado el fondo mixto allí presente. Después de varios intentos, le escucho gritar cargado de emoción y entusiasmo: "Esta es de las buenas, Esta es un bichazo". Yo estaba a su lado, subido a una roca, observando en posición privilegiada toda la acción. La batalla fue espléndida. El momento más delicado llegó a la hora de arrimarla a la orilla debido al poco calado y la afluencia masiva de algas de tipo latiguillo que podrían complicar mucho la operación. Finalmente logró ponerla en seco con éxito y hasta quiso dejar inmortalizado evento:


Después de este momentazo continuamos desplegando nuestras artes en busca de la escurridiza lubina. Yo tuve una picada brutal, una pelea descomunal, pero finalmente a mitad de camino, la loba se soltó y ganó la batalla. Aun así me quede con ese grato recuerdo y la mejor lucha que he tenido hasta la fecha con este tipo de contrincantes. Ángel siguió a lo suyo, arrancando un último ejemplar de las profundidades del mar para poner un broche de oro a una jornada inicial de spining inmejorable. Lorenzo subía, y la marea bajaba, indicadores claros de un fin de jornada muy fructífera. Una vez llegados a casa, hicimos el recuento y la foto oficial para la posteridad. Ojala tengamos el privilegio de repetir una mañana así de nuevo.


Un Saludo y Buena Pesca!