sábado, 4 de marzo de 2017

Patos al agua!!!

Me enrolo en el mar. Estreno de Kayak hinchable


Visto el estado de nuestras costas he decidido cumplir, en medida de lo posible y ajustándome a mi presupuesto, una de mis ilusiones. Tener una embarcación.

Vivo al lado del mar y aquí, el que no tiene barco, es como si no tuviese coche. No voy a ser hipócrita, y reconozco que muchas veces cuando dejaba a mi hijo en el colegio los meses calurosos a las 9 de la mañana, y veía a los viejunos con sus gamelas hacerse a la mar, la envidia me corroía. 

Como un servidor está en el paro, la cosa está desastrosa y no me llaman ni para repartir clinex, que mejor forma que esta para entretenerme. La verdad es que ya llevo tiempo estudiando el asunto. Informandome en la web, mirando vídeos. Lo suyo sería una embarcación rígida, pero dado que no tengo donde meter una, ni tengo money para pagar un pantalán, la mejor opción posible era un hinchable. 

Dentro de este conjunto, me he encontrado con que el kayak hinchable es lo que está pegando fuerte. Es asequible, fácil de guardar y sin quebraderos de cabeza de donde lo dejas. Me decante por uno que venden en el Decarton de 1 o 2 plazas, ideal para ir yo solo, con mi piratilla o mi compi en verano. Eso sobre el papel suena bien, mola. Ahora voy a contar mi experiencia.

En cuanto tuve el presupuesto adecuado, he comprado el Kayak, con sus respectivos accesorios, que también suman: remos, traje de neopreno, botas de neopreno, chaleco salvavidas, rizón, y a parte de esto, como mi idea es pescar desde el, pues prepare una caja muy maja a raíz de una idea que vi por la red. Este es el resultado:


La verdad es que me ha quedado muy bien tuneado con la cestita. Ahora viene la realidad. Esto está cojonudo para personas con buena salud. Un servidor pasado la cuarentena está en horas bajas. El primer día, solo sacarlo de la bolsa, montarlo e hincharlo, casi me da un yuyu. Lo peor no es eso. Una vez que estás en el mar, hay que darle, pero darle duro. Para llegar a la primera batea casi echo los hígados por la boca. Yo soy un tirillas, lo reconozco, pero hay que estar muy fino para andar con esto. La sensación de estar a ras de mar, cojonuda, pero si no tienes fuelle para disfrutarla, no sirve de nada. También he de decir que me dio la sensación de estar navegando con una colchoneta con remos. No corta nada el mar y eso dificulta enormemente el avance, a diferencia de las rígidas, que se las ve mas sueltas.

Luego llegó la peor parte: recoger. Que cristo. Deshincha todo, guarda todo, y cuando tienes doblado el bicho.. Sorpresa!!! no entra en la bolsa. Claro, de fábrica perfectamente desinflado, perfectamente doblado, entra a las mil maravillas. Me tire casi media hora para meter el artilugio en su puñetera funda. Ah! y no da secado dado el tipo de tela que tiene, otra sorpresita. Luego llegar a casa y subir todo del coche, que pesa lo suyo. En resumen: 3 días de agujetas hecho mierda por la culpa del Kayak.

Pasada una semana decidí intentarlo de nuevo. Oye! igual esto es como el ejercicio.. al principio cuesta, pero una vez que te acostumbras... Que va! sigue siendo otra mierda pinchada en un palo. Eso si, no tuve agujetas de esta vez, tampoco me volví loco remando, pero el coñazo de montar y desmontar sigue siendo el mismo. Esa tarde me di un pirulo con las cañas y todo. Como anécdota decir que cogí 2 chocos y un calamar. Sinceramente no merece la pena esta tortura para coger 3 tristes piezas.


Así que al final he decidido deshacerme de él. Esto no es para mi. Se que voy a palmar pasta, porque ya no puedo devolverlo, pero a ver si tengo suerte y soy capaz de deshacerme de él con el menor daño económico posible. Esto esta bien para tener montado en un camping o así, y dar un paseo con él, para pescar, no sirve.


Un Saludo y Buena Pesca!