miércoles, 18 de mayo de 2016

A falta de calamares.. chocos son buenos

Otro día aciago en busca de calamares, salvado por nuestros amigos los chocos en el último momento

Otra jornada patética en busca de calamares. Y ya van demasiadas este año. Pero ya sabemos como somos los pescadores, insistentes hasta la saciedad. Una vez más otro maratón de lanza recoge sin notar nada que tire al otro lado del sedal. Bueno, algo de suerte tuve, ya que logré engañar a dos chipirones y se vinieron conmigo más fruto de la desesperación que otra cosa. Yo no soy amigo de llevarme tallas pequeñas, y aunque en el muelle dicen que son chipirones, y que son muy ricos, para mi son calamares, y calamares muy pequeños que pueden crecer mucho.

Bueno, al dar por finalizada la jornada no me quede satisfecho, como un montón de noches últimamente. Así que decido pegar un par de lances más en otra zona que no es dada a la pesca. Lo único malo de este spot es que está muy condicionado por la marea, ya que solo tiene agua en las dos o tres horas de pleamar. Como se dan las condiciones citadas, pongo rumbo al enclave.

Llegó, desenfundo el armamento, lanzo y enciendo un pitillo. Ritual básico. Con más fe que esperanza comienzo la danza de tirones. Al poco, Zas! picada. No es gran cosa, pero vista la actividad de los últimos meses, me llega a emocionar. Lo saco a tierra y es un choco. Vaya, sinceramente no me lo esperaba. Vuelvo a lanzar con máxima expectativa por bandera, y Zas! otra picada y otro choco que se viene a secano. Buff! si al final me lo voy a pasar bien y todo! vuelvo a lanzar y vuelvo a pescar. No me lo creo. Cada lance tiene premio. No salgo de mi asombro. Si no subo un choco, al menos tengo picada. 

La noche va fluyendo y voy sacando piezas a tierra. Por desgracia la pleamar ya hace tiempo que despuntó y el mar empieza a retroceder con alevosía. Se nota en la actividad, apenas hay alguna picada esporádica. Decido fumarme un cigarro y dar por concluida la jornada por hoy. Me afano en tratar de largar lo más lejos posible los últimos lances por falta de agua. En estas noto un zambombazo tremendo al final de la linea. Voy recogiendo con cautela pero sin pausa y observo a mitad de camino el pedazo de premio que espera al final del sedal. Pedazo de zapaton. Lo arrimo a la escollera y rezando por que no se suelte o no rompa la linea, lo alzo de la manera mas firme y rápida posible.

Colofón final con un chocazo de 750 grms de otra noche que pintaba gris y acabo siendo multicolor.


Un Saludo y Buena Pesca!

martes, 3 de mayo de 2016

A la carga con el Spinning

Otra tentativa con premio

Hoy baje al muelle como de costumbre en busca de los cefalópodos. La verdad es que empeño no me falta, pero realmente es una batalla perdida. Este año están completamente desaparecidos. Los más viejos del lugar dicen no recordar un año tan malo como el presente. Yo cuando los escucho a veces pienso que la memoria les falla, y que todos los años suelen tener épocas buenas y épocas malas, pero realmente pensándolo bien, cuando todos tienen el mismo criterio, es que algo de cierto llevan sus palabras.

Pues nada. Después de otra infructuosa jornada de egging decido recoger los bártulos y volver a casa. Una vez en el coche me doy cuenta de que es temprano y que aun me apetece mojar sedal un rato. Pero claro, hacerlo como un mono automatizado en busca de calamares inexistentes como que tampoco me llama mucho. Así que decido probar en otra zona y en otra modalidad.

Cambio de spot y pongo un minnow pequeñito al final de la línea. Me apresuro a lanzar hacia una desembocadura de un canal pequeño que hay al lado de la playa. Lanzo, recojo, lanzo, recojo, pero sin éxito alguno. En una de estas voy trayendo el señuelo, y justo antes de llegar al borde de la escollera, justo debajo de mis pies, lo paro.. no se porque.. pero lo paro. De repente, debajo de las piedras asoma una sombra moviéndose a velocidad vertiginosa hacia mi señuelo. Zas!!! embucha e intenta llevárselo al fondo. Yo tiro, peleo con ella un par de segundos y la levanto para ponerla en seco. Cuando la observo con más calma, veo una lubina de kilo colgando de mi señuelo.

Pedazo de premio para unas jornadas que estaban siendo penosas. La única pega fue haberla cogido tan cerca privandome de disfrutar de una digna pelea con tan noble animal. Aun así, mereció la pena.



Un Saludo y Buena Pesca!