jueves, 7 de diciembre de 2017

Nueva adquisición... La Perla

Nueva embarcación, nuevas expectativas 


Como ya comenté en otra entrada, vivir al lado del mar y no tener barco, es como tener carnet de conducir y no tener coche. Después de pasar un verano divertidisimo con mi zodiac, el chuliño, decidí dejarlo invernando a la espera de la llegada del próximo verano. Me volví a quedar sin nave para el invierno. 

Después del verano, he seguido sondeando el mercado de segunda mano en busca de alguna ganga que se adaptara a mi escasísimo poder adquisitivo. Tuve suerte. Encontré un chinchorro con una pinta más que respetable y un precio imbatible. Acorde hora y lugar con el vendedor, y me personé acompañado de un viejo lobo de mar de la zona, para que me asesorase. El artilugio estaba en perfectas condiciones, recién pintado y en un estado correcto. Cerramos la venta y al día siguiente me lo acercó a donde seria su futuro hogar. El viejo lobo de mar me ayudó a tunearlo un poquito y ponerlo a punto.


 Pasados unos días hice mi primera incursión marítima. La nave se comporta perfectamente dentro de los parámetros de sus reducidas dimensiones. Al ser rígida es mas cómoda que la zodiac, pero también da la sensación de ser más inestable. Las primeras salidas fueron un fiasco, un par de chocos en una, un bolo en otra. Soy consciente de que me queda mucho por aprender, soy virgen en este campo y en estos menesteres. 

En cuanto a la zona donde le voy a dar uso me lleve una desagradable sorpresa. El tráfico continuo de embarcaciones y grandes mejilloneros hacen tener que estar pendiente constantemente del tránsito debido al maretón que producen a su paso. Como te coja despistado una ola te puede dar un buen susto. 

Otro quebradero de cabeza fue el toldo para taparla. El que traía, aunque me afané en intentar repararlo, era inservible. Tuve que comprar uno en los chinos y adaptarlo como buenamente pude. Luego la zona donde está atracada es otro lió. Depende muchísimo de las mareas, y la acción de embarque y desembarque es arduo complicada.


Semanas más tarde, tras su adquisición, hice un par de salidas con resultados dispares. En la mejor de ellas logre capturar 3 kilos y medio de chocos, cifra nada desdeñable para un novato. En otra ocasión tente la suerte con las lubinas, pero lo único que logre enganchar en el señuelo, fueron dos sendas agujas que por fortuna se lograron zafar antes de llegar al bote.


 El navío quedó bautizado como "La Perla" por requerimiento de mi piratilla. Después de unas cuantas salidas he quedado un tanto decepcionado. Me esperaba otra cosa en cuanto a capturas se refiere. También soy consciente de ser completamente nuevo en esta rama, y por lo tanto, bastante inexperto, pero por los comentarios de los lobos de mar de la zona, las trazas no son nada halagüeñas. Estamos en una época de temporales y tampoco he tenido la posibilidad de disfrutarla en una mañana de sol, de esas de estar a gusto en el mar.

Por ahora no me convence del todo mi ultima adquisición. El motor eléctrico limita mucho su radio de acción, pero no puedo, ni quiero, hacerme con uno de gasolina. Otro factor es la compañía, siempre voy solo al mar, y en verano estaba acostumbrado a ir acompañado con Ángel, y es otro rollo. Esperare a disfrutarla un año y valorar si ha merecido la pena, si no, siempre tengo tiempo a deshacerme de ella y dar por cumplido este pequeño capricho náutico que tenía.



Un Saludo y Buena Pesca!

lunes, 4 de septiembre de 2017

Última salida a los chocos memorable

Última jornada de verano con un desenlace inimaginable


Era el último fin de semana ya. El de recoger. Dos días de duro trabajo para justificar cuatro meses de disfrute. Es la dolorosa rutina de todos los años. La que nos marca que se acerca el largo, frío y monótono invierno. Previamente quedo con Ángel en realizar una última salida. 

Cuando llego a la zona, el viento azota con fuerza el mar. Yo lo veo impracticable. Ángel es optimista. Ya tenía preparado el chuliño para echarlo al mar. Las condiciones son límite para nuestra embarcación, pero el espíritu positivo de mi compañero, me acaba contagiando


Como anécdota decir que normalmente llevamos un cubo a bordo, pero Ángel insistió que llevásemos dos, que nos harían falta. Yo me mofe abiertamente. Dadas las circunstancias, dudaba mucho que pudiésemos sacar algo del mar, mucho menos llenar dos cubos. Pues nada, enfilamos el camino a la playa y ponemos el bote en el mar.

El aire era intenso, mucho. El motor se defendía como podía. La embarcación apenas avanzaba y nuestros movimientos de deriva eran erráticos. La primera pasada fue nula, la velocidad era excesiva. Ángel calibró los parámetros necesarios para intentar conseguir una deriva aceptable. Ahí llegó el momento. Comenzaron las picadas de manera sobrenatural. Yo llevaba caña y línea, y no daba a basto. Mi compañero sacaba piezas del mar como un poseso mientras se afanaba en lidiar con el rumbo de la nave. Infinidad de cefalópodos se quedaron a medio camino debido al frenesí de la actividad y del momento. 

En un momento dado, tenemos que descargar el cubo pequeño en el grande. Seguimos en la batalla. El aire sigue con el empeño de alejarnos de la costa, pero nuestro modesto motor se opone con todas sus fuerzas. Seguimos luchando contra los elementos mientras seguimos arrebatando chocos al mar. La actividad roza lo absurdo. Picadas constantes. No hay tiempo para el aburrimiento o la relajación. Por momentos parece que cesa esta vorágine, eso es por que nos salimos de zona, rápida y diligentemente, Ángel nos vuelve a colocar en el sendero del triunfo. Volvemos a vaciar el cubo pequeño en el grande. Seguimos.

El mar se embravece más aún por momentos. Nuestra modesta nave lucha en un combate desigual. El indeciso vendaval nos hace perder el rumbo a cada momento y tener que rectificar la deriva. Pero los cefalópodos siguen subiendo por pares a bordo. El ocaso de la energía del motor se acerca, al igual que la luz solar. Cuando apenas hay visibilidad, decidimos dar por concluida la jornada. Lentamente el chuliño nos devuelve a la costa. Agotado, extenuado, después de una jornada en la que ha estado muy exigido.

Llegamos a la playa y escurrimos el cubo. Vemos el resultado perplejos. 13 Kilos de chocos en un par de horas con unas condiciones terribles. Un Ángel risueño y feliz me restriega, con razón y picaresca, la necesidad de los dos cubos. Última salida de este año del chuliño memorable. 

Un Saludo y Buena Pesca!

sábado, 2 de septiembre de 2017

Resumen temporada 2017

Año muy flojo en cuanto a capturas, pero muy rico en cuanto a experiencias


2017 no va a ser un año que recuerde por las capturas. Quitando un par de jornadas gloriosas, ha sido un año pésimo. Creo que ha sido el verano que he dedicado más horas a la pesca en mi vida, pero en cambio, la recompensa ha sido muy pobre. Así es la pesca.

Me quedo con el verano en si. Un clima increíble los tres meses. Solo 2 días de lluvias, y para eso, un par de horas nada más. Igual excesivo para la zona en la que nos encontramos. Los autóctonos estamos acostumbrados a veranos más variables. Extraña meteorología, pero sinceramente, yo no me quejo.

Me quedo también con el máster acelerado de pesca que Ángel y un servidor hicimos. Muchísimas horas en la arena y por el pedrero. Aprendimos mucho, y somos conscientes, de que aún nos queda mucho por aprender. Ha sido muy intenso y agotador, pero sarna con gusto, no pica.

Me quedo con la experiencia náutica. El chuliño nos ha salvado la temporada. Después de muchos bolos al alba con el spining, ahí estaba él esperando para darnos un paseo por la ría, ayudarnos a arrebatar los anhelados chocos del fondo del mar, y salvar la jornada. Ha sido una experiencia muy positiva y gratificante. Hemos disfrutado de momentos inolvidables, como cuando un choco le escupió a Ángel tres veces consecutivas en la cara (creo que hacía años que no me reía tanto) o cuando otro cefalópodo le hinco el diente en señal de rebeldía. También fuimos osados, realizando una travesía rozando los límites de la embarcación hacia un penedo en el medio del mar que creíamos debía tener actividad. No hubo pesca, pero solamente la aventura del viaje, mereció la pena.

Me quedo con las horas compartidas con mi piratilla, reacio a la pesca, pero dispuesto a sacrificarse para pasar más horas con su papi. Espero que con el tiempo aprenda a disfrutar de esta grandiosa actividad. También con los compañeros pescadores del lugar: Jose, Rafa, Sole, Mari, gente de bandera, apasionados por este hobbie, grandes pescadores y mejores personas. Y sobre todo con mi compi de batallas y tropelías: Ángel, del cual gracias a la pesca como nexo de unión, he descubierto una persona increíble, de las pocas que merece la pena en esta vida. Mi admiración por él es total, no lo niego. 

Bueno, por este año ya está, me quedo con todo lo citado anteriormente y recargo la ilusión para el año venidero. Ahora toca recoger todo y volver a la pesca urbana.







Un Saludo y Buena Pesca!

viernes, 21 de julio de 2017

Spinning en superficie

Ahora vamos a tratar el tema de paseantes. El Spining en superficie está aquí

Este año está siendo aciago en cuanto a la pesca en general. Comenzamos muy bien la temporada, con una mañana espléndida, pero no ha sido más que una nube de verano. Según ha ido avanzando la época estival, las capturas han menguado de forma escandalosa, llegando a contar las salidas por bolos.

Para no perder la ilusión, he intentado probar otras técnicas dentro del Spinning. Para ser más exactos la pesca en superficie con paseantes. Es divertida la verdad. Seguramente menos efectiva, pero cuando tienes un ataque, es de lejos la mejor forma de disfrutar. También he de decir que es agotadora. Mi equipo no ayuda, una caña demasiado larga y pesada, castiga sin remordimiento la muñeca sobremanera. Para el 2018 espero conseguir un equipo más ligero para este fin.

Después de 2 o 3 salidas sin éxito obtuve mi primera ansiada captura. Fue después de comer, el sol en lo alto castigando sin piedad, y el mar bastante tranquilo. Yo me dije, para estar tirado en la tumbona hasta la hora de ir a la playa, me doy una vueltecilla con los paseantes a seguir practicando. Llegue a la zona elegida y comencé con los lances. El señuelo utilizado fue una imitación china de los famosos Z-Claw. Sinceramente no daba un duro por coger nada con esa patata voladora. Es enorme, feo y no se que pensara un pez para echarle la boca eso. Lanza de vicio, es cierto.

Pues nada, ritual de lances. Lance por aquí, lance por allá. En una de estas, revuelo en superficie y ataque. Pego el tirón pertinente y la engancho. Es una lubinita pequeña. No puedo creer que le eche la boca a eso. Pues si. Foto para inmortalizar el momento.



Foto y al agua. Esa tarde obtuve 2 capturas más del mismo porte que fueron indultadas al momento. Otro día lo mismo, después de comer me di otro paseito para hacer la digestión  haciendo un poco de spining en superficie, que mejor forma, no? Lance hacia una zona somera, con un par de palmos de agua. Vengo recogiendo y noto como hay algo que viene desviando el señuelo. Cuando llega a tierra no doy crédito.  Un pequeño esparido que por curiosidad debió arrimar el hocico a donde no debía y acabo siendo robado. Foto y al agua.


Un Saludo y Buena Pesca!

miércoles, 21 de junio de 2017

Las divertidas Rinchas

Día aburrido al Egging salvado por las entretenidas Rinchas

Hoy estaba siendo un día nulo en cuanto a capturas de egging como viene siendo habitual este año. Los calamares y chocos no querían hacer acto de presencia. La moral en el muelle estaba por los suelos. Hablando con el resto de los pescadores comentaban que en el muelle de la lonja de la ciudad estaban entrando rinchas como fieras. Bueno, donde vivo yo, que está más hacia el interior de la ría,  es más difícil que lleguen. De hecho nunca he visto a nadie tentar a esa especie en este muelle.

El caso es que al rato, uno de los veteranos logra capturar un calamar de escasa talla. Acto seguido, se dirige a su coche y se trae una caña con boya. Se pone a pescar a dos cañas, una con boya con un trocito del calamar capturado como cebo, y con la otra continua a egging. Pasados un par de minutos vemos la boya ir a toda castaña de un lado para otro, como una loca. El paisano, pega el tirón y recoge. Al final de la línea saca una rincha. 

Acto seguido, el pescador corta con un cuchillo una parte de la cola de la rincha y la anzuela. Vuelve a lanzar. Al poco, Zas! otra picada, la boya loca por el mar. Tirón y recogida. Vuelta a encarnar y al agua de nuevo. Yo lo observo y me quedo con la copla. Aburrido de no pescar nada a egging le pido si me puede dar un trozo de rincha para tentarlas. El como buen compañero, accede sin problema. Voy al coche, cambio de caña y me traigo una multiusos que tengo. La preparo, le coloco una boya, y el Gusy Glow correspondiente. Encarno el anzuelo y al agua.

Al poco rato, Fiuuummm!!! la boya como una loca de lado a lado del agua, como si tuviese un misil enganchado en el final de la línea. Tirón, pelea y al muelle. Mi primera Rincha!!!. La noche prosiguió, capture unas 15 y tuve multitud de picadas fallidas divertidisimas por la acción frenética y la adrenalina . La gente que estaba pescando calamares fueron desfilando del muelle como almas en pena atosigados por el desánimo, mientras tanto el compañero veterano y yo lo pasamos como niños con juguetes nuevos. Lo único malo es la peste que dejan las rinchas. 5 veces me lave las manos al llegar a casa y no daba desprendido ese olor tan profundo y característico de mis manos. 

Al día siguiente ya baje al muelle mas preparado, con guantes de látex y un trapo de usar y tirar. Otra noche espectacular. Capture unas 20 y otras tantas fallidas que emocionaban sobremanera. Me divertio de tal forma este tipo de pesca, que tengo pensado incluirlo todos los años en mi agenda y tentarlas al menos una vez por temporada. 


Un Saludo y Buena Pesca!

lunes, 12 de junio de 2017

Primera salida Spinning vacacional 2017

Primera salida a spinning en la zona vacacional inmejorable.

El año pasado mi compi Ángel acabó un poco hastiado del surfcasting. Entre el engorro y sacrificio que supone la recolección de cebo, más el tener que andar pendiente de que no te llamen la atención por ejercer el derecho inherente al pago de tu licencia, que en esta zona son especiales, y solamente nos dejan entre 20.000 playas estupendas, un triste lameiro para coger cuatro miñocas, pues en definitiva, acabó harto. Tampoco la acción de pesca le motivaba. Es una persona dinámica, necesita acción, no tiene el aplomo y paciencia de esperar 1 o 2 horas a tener alguna picada, y que aun encima ,probablemente sea un ejemplar mini talla que tengas que devolver al mar. Yo lo comprendo, pero con los años me voy decantando más por el estilo relax, que por el de acción. Etapas de la vida.

El caso es que al final de temporada probó el Spinning y le encanto. Ese rollo de moverte por las piedras, lanza aquí, lanza allá, pegarse madrugones de aupa para estar en el pedrero en las mejores horas, y la pelea que presentan las lubinas en esta modalidad, va muy con su carácter y espíritu. Yo ya sabía que este año poco lo veríamos con las cañas fijas en la arena.

De hecho antes de la temporada se hizo con un buen material para esta modalidad. Equipo contrastado, de marca, fiable, nada de chinadas ni inventos raros. Se le veía súper motivado. Yo por el contrario, preferí tirarme al low cost para probar a fondo esta disciplina sin arriesgar demasiado, la economía no esta para tirar cohetes. La caña que tengo para estos menesteres se defendió bien, pero en cuestión de señuelos, si se noto la diferencia.

Pues nada, acordamos hora para levantarnos el domingo. Me dijo a las 6. Yo en principio pensé que estaba de coña y le seguí el rollo... pero menuda sorpresa... estaba en serio y me tuve que comer el madrugón. A mí madrugar me gusta tanto como que a un gato le duchen, pero me apetecía sobremanera acompañarlo, y disfrutar de esta modalidad en estas aguas en su compañía. Al día siguiente, suena el despertador a la hora acordada. Somnoliento desayuno y me reúno con el. Ponemos dirección al pedrero. 

El más o menos conocía alguna zona cadenciosa por su experiencia final del año pasado. Ya tenía identificados un par de spots buenos para la captura de lobas. Allí nos dirigimos. En la primera puesta y al primer lance pone en seco una hermosa lubina. Yo lo miro flipando. Seguimos pescando. Al poco rato arranca otra hermosa loba de la seguridad del mar. Yo lo sigo mirando, flipando. Después de esta segunda captura insiste para que yo ocupe su lugar, que quiere verme de estreno. Yo remoloneo un poco, no quiero joderle su racha, pero el sigue insistiendo hasta que lo consigue. Hago un par de lances y Zas!! picada y lucha, bonita dado lo complicado de la zona. La pongo en seco a la par que Ángel se aproxima a mi puesta. Me auxilia con el desanzuelado y me premia con palabras alentadoras y una palmadita en la espalda.

Yo me quedo donde el me dijo, como hijo que toma al pie de la letra las palabras que le aconseja su padre. Sigo lanzando ilusionado, y tras varios intentos fallido, consigo cazar otra loba. La pongo en la piedra y continuo mi actividad. Entre tanto Ángel se había desplazado por el pedrero haciéndose valedor de dos ejemplares más. Seguimos machacando la zona durante una hora a la par que lorenzo comenzaba a hacer acto de presencia por el horizonte. Llegado este momento, y vista la escasa actividad reciente, decidimos cambiar de puesta.

Nos trasladamos a otra zona que a Ángel le había dado alguna que otra captura el año pasado y le transmitía buenas vibraciones dado el fondo mixto allí presente. Después de varios intentos, le escucho gritar cargado de emoción y entusiasmo: "Esta es de las buenas, Esta es un bichazo". Yo estaba a su lado, subido a una roca, observando en posición privilegiada toda la acción. La batalla fue espléndida. El momento más delicado llegó a la hora de arrimarla a la orilla debido al poco calado y la afluencia masiva de algas de tipo latiguillo que podrían complicar mucho la operación. Finalmente logró ponerla en seco con éxito y hasta quiso dejar inmortalizado evento:


Después de este momentazo continuamos desplegando nuestras artes en busca de la escurridiza lubina. Yo tuve una picada brutal, una pelea descomunal, pero finalmente a mitad de camino, la loba se soltó y ganó la batalla. Aun así me quede con ese grato recuerdo y la mejor lucha que he tenido hasta la fecha con este tipo de contrincantes. Ángel siguió a lo suyo, arrancando un último ejemplar de las profundidades del mar para poner un broche de oro a una jornada inicial de spining inmejorable. Lorenzo subía, y la marea bajaba, indicadores claros de un fin de jornada muy fructífera. Una vez llegados a casa, hicimos el recuento y la foto oficial para la posteridad. Ojala tengamos el privilegio de repetir una mañana así de nuevo.


Un Saludo y Buena Pesca!

domingo, 28 de mayo de 2017

Estrenazo del Chuliño con Chocos

Primera jornada estrenado el chuliño en la ría vacacional con unos resultados sorprendentes


Después del primer fin de semana que llegamos para colocar todo, este era el primero de disfrute. Sábado por la tarde, el chuliño preparado, listo para echarse al mar. No lo dudo, me llevo a mi segundo de abordo, mi piratilla.

Nos dirigimos al agua, la ponemos en remojo y a navegar. Despliego las cañas. La intención hoy es darle un uso productivo usando el chuliño para capturar algún choco. Navegamos. Mi peque se aburre con la pesca, algo habitual en él, solamente se entretiene gobernando la nave, pero por desgracia, en este tipo de pesca se está la mayor parte del tiempo a la deriva y sin motor. Logro poner a bordo 4 chocos con incredulidad. Como era previsible, o no tanto, tengo que arrimarme a la orilla y desembarcarlo. Una pena que no sepa disfrutar de la pesca como yo, que le vamos a hacer.

Al fondo veo a mi compi, Ángel. Está enfrascado jugando una partida de petanca. Le insisto para que me acompañe. Rápidamente busca un sustituto entre los observadores de tan digno deporte y se encamina presto a subir a bordo. Sus impresiones son estupendas. Le encanta el invento. Se deshace en elogios sobre el artilugio mientras navegamos hacia una zona que creemos querenciosa de los anhelados cefalópodos.

Comenzamos la acción de pesca. Nos quedamos perplejos al descubrir que el invento funciona. Uno tras otro no paran de subir chocos abordo. Picada tras picada. Nosotros alucinado. El sol empieza a jugar al escondite con el horizonte, pero nosotros seguimos dándole duro. Según se va yendo la luz, las picadas son más constantes. Llegado el momento no hacía falta ni lanzar, los veíamos atacar como locos a los señuelos justo debajo de la embarcación. Fueron dos horas gloriosas. 



Ya casi a oscuras, y con el caldero a rebosar, ponemos rumbo a tierra. Los comentarios de satisfacción son constantes. La impresión de que este trozo de goma y metal nos va a deparar grandes momentos este verano, es patente. Una vez llegamos a casa, el pitorreo y chascarrillo, de nuestras respectivas es elocuente. El semblante les cambió radicalmente cuando les mostramos la hazaña conseguida. 4 kilos y medio de chocos. El chuliño ha venido, para quedarse.


Un Saludo y Buena Pesca!

jueves, 13 de abril de 2017

Vuelta al mar.. Estreno del Chuliño

Después de la nefasta experiencia con el Kayak, tenía que seguir probando hasta dar con la tecla


Bueno. Después de la experiencia Kayera, algo he aprendido. Sinceramente tuve suerte. Fui capaz de deshacerme de él en una semana palmando poco dinero. Pero mi inquietud marina seguía viva así que busqué alternativas baratas por la red.

Para mi asombro me encontré con unas embarcaciones tipo zodiac low cost que tenían una pinta estupenda. Me informe, compare y me decidí. El modelo encajaba en mis planes era una Aquaparx de 230 metros. El tamaño es un poco reducido, pero al ser menor de 2,50 no necesitaría matrícula ni seguro. El sistema de montaje y desmontaje se veía sencillo.

En esta ocasión no iba a remar. Me hice con un motor eléctrico de 34 libras con su correspondiente batería y cargador. La verdad es que el conjunto prometía: 


Yo cuando monte la primera vez, y ese cacharro andaba sin tener que remar, casi lloro de la emoción. La echamos al mar y me lleve a mi piratilla como contramaestre.



Lo pasó como un enano, le encanta gobernar la nave. 


 Hasta aquí todo fabuloso. Lo peor vino luego. Cuando estábamos en el mar note que uno de los balones perdía aire, o esa es la sensación que me daba a mi. Con la mosca detrás de la oreja, la lleve a casa y la hinche. Yo que estoy medio teniente no me enteraba de nada, pero mi piratilla dijo: "Papa! papa! ahi hace ruido" cogí un vaso con agua se lo eche por encima, y efectivamente, la peor imagen.. burbujitas.

Me afané en tapar la junta con el pegamento que trae de fabrica, pero nada, tapaba por un lado, y salía por el otro. Ya hasta los mismísimos, me digo, coño! que es nueva y esta en garantia. Llame al lugar donde la compre, en Caceres, Arapaima fishing y me dice que se la envié, pero que tengo que pagar yo los portes. Yo me quedo con cara de tonto. Lo pongo a caer de un burro al tío, diciéndole que es un error de fábrica, y el tío sacando balones fuera, y que en la web ponía que en este caso el comprador se tenia que hacer cargo de los portes. Al final me aconsejo que me iba a salir tan caro eso como repararla en una tienda local, pero eso si, ellos no se hacían cargo de nada. Lo mande a tomar por saco, lo puse de impresentable para arriba, y me tuve que buscar la vida para repararla aquí cerca. 65 € a mayores la broma.

Vamos, es mi cruz, o compro algo que no me sirve, o compro algo roto. Eso que cuando la iba comprar estaba entre cogerla directamente del fabricante o buscar un intermediario en España por si surgía algún tipo de problema... ya ves para lo que me sirvió.

Bueno. Espero que la inversión y los quebraderos de cabeza hayan servido de algo. Por ahora, las salidas que he hecho por aquí han sido decepcionantes, sin pesca alguna. Habrá que aprender o esperar al verano para mojarla en aguas mas productivas.

Un Saludo y Buena Pesca!

sábado, 4 de marzo de 2017

Patos al agua!!!

Me enrolo en el mar. Estreno de Kayak hinchable


Visto el estado de nuestras costas he decidido cumplir, en medida de lo posible y ajustándome a mi presupuesto, una de mis ilusiones. Tener una embarcación.

Vivo al lado del mar y aquí, el que no tiene barco, es como si no tuviese coche. No voy a ser hipócrita, y reconozco que muchas veces cuando dejaba a mi hijo en el colegio los meses calurosos a las 9 de la mañana, y veía a los viejunos con sus gamelas hacerse a la mar, la envidia me corroía. 

Como un servidor está en el paro, la cosa está desastrosa y no me llaman ni para repartir clinex, que mejor forma que esta para entretenerme. La verdad es que ya llevo tiempo estudiando el asunto. Informandome en la web, mirando vídeos. Lo suyo sería una embarcación rígida, pero dado que no tengo donde meter una, ni tengo money para pagar un pantalán, la mejor opción posible era un hinchable. 

Dentro de este conjunto, me he encontrado con que el kayak hinchable es lo que está pegando fuerte. Es asequible, fácil de guardar y sin quebraderos de cabeza de donde lo dejas. Me decante por uno que venden en el Decarton de 1 o 2 plazas, ideal para ir yo solo, con mi piratilla o mi compi en verano. Eso sobre el papel suena bien, mola. Ahora voy a contar mi experiencia.

En cuanto tuve el presupuesto adecuado, he comprado el Kayak, con sus respectivos accesorios, que también suman: remos, traje de neopreno, botas de neopreno, chaleco salvavidas, rizón, y a parte de esto, como mi idea es pescar desde el, pues prepare una caja muy maja a raíz de una idea que vi por la red. Este es el resultado:


La verdad es que me ha quedado muy bien tuneado con la cestita. Ahora viene la realidad. Esto está cojonudo para personas con buena salud. Un servidor pasado la cuarentena está en horas bajas. El primer día, solo sacarlo de la bolsa, montarlo e hincharlo, casi me da un yuyu. Lo peor no es eso. Una vez que estás en el mar, hay que darle, pero darle duro. Para llegar a la primera batea casi echo los hígados por la boca. Yo soy un tirillas, lo reconozco, pero hay que estar muy fino para andar con esto. La sensación de estar a ras de mar, cojonuda, pero si no tienes fuelle para disfrutarla, no sirve de nada. También he de decir que me dio la sensación de estar navegando con una colchoneta con remos. No corta nada el mar y eso dificulta enormemente el avance, a diferencia de las rígidas, que se las ve mas sueltas.

Luego llegó la peor parte: recoger. Que cristo. Deshincha todo, guarda todo, y cuando tienes doblado el bicho.. Sorpresa!!! no entra en la bolsa. Claro, de fábrica perfectamente desinflado, perfectamente doblado, entra a las mil maravillas. Me tire casi media hora para meter el artilugio en su puñetera funda. Ah! y no da secado dado el tipo de tela que tiene, otra sorpresita. Luego llegar a casa y subir todo del coche, que pesa lo suyo. En resumen: 3 días de agujetas hecho mierda por la culpa del Kayak.

Pasada una semana decidí intentarlo de nuevo. Oye! igual esto es como el ejercicio.. al principio cuesta, pero una vez que te acostumbras... Que va! sigue siendo otra mierda pinchada en un palo. Eso si, no tuve agujetas de esta vez, tampoco me volví loco remando, pero el coñazo de montar y desmontar sigue siendo el mismo. Esa tarde me di un pirulo con las cañas y todo. Como anécdota decir que cogí 2 chocos y un calamar. Sinceramente no merece la pena esta tortura para coger 3 tristes piezas.


Así que al final he decidido deshacerme de él. Esto no es para mi. Se que voy a palmar pasta, porque ya no puedo devolverlo, pero a ver si tengo suerte y soy capaz de deshacerme de él con el menor daño económico posible. Esto esta bien para tener montado en un camping o así, y dar un paseo con él, para pescar, no sirve.


Un Saludo y Buena Pesca!