lunes, 26 de noviembre de 2018

Calamares con frío calido

Una buena jornada de egging con bastante frío


Llevamos un noviembre encumbrado en cuanto a la meteorología se refiere. Vamos enlazando temporal tras temporal, aguacero tras aguacero, ventolera tras ventolera y así no hay manera de satisfacer nuestra ansia pescantil. Hoy en las tablas del windguru aprecie una leve tregua en la climatología, así que sin vacilar, puse rumbo a la costa.


Baje un par de horas antes del solpor para aprovechar el tiempo e intentar probar fortuna en busca de las anheladas lubinas. Fracaso absoluto. Dos leves picaditas fue todo lo que pude disfrutar. El mar realmente estaba precioso, revoltoso, agitado, turbio, ideal para este tipo de pesca según la humilde opinión de un servidor, pero nada.. nada de nada. Al menos mate un poco el gusanillo de ver revolotear la graciosa gomita bajo el agua. Conforme Lorenzo acariciaba el horizonte, me persone en el muelle para tentar a los cefalópodos.


La primera media hora fue estéril. Lance tras lance mis ilusiones iniciales se comenzaban a mermar. Cuando la luz artificial corono la estancia, Zas! primera picada, y de las buenas. Un calamar voraz decidió hincarle el diente al suculento manjar de plástico y tela. Para mi gozo, susodicho sucumbió al engaño en casa de cristo, lo que hizo la recogida emocionante, prolongada y divertida. Finalmente un ejemplar rozando el medio kilo se vino conmigo. Pocas tentativas mas tarde, otro cefalópodo de porte respetable, se dejo querer por la gambita artificial. En el lugar se personaron un par de pescadores mas. El frió era patente, ya que estamos casi a principios de diciembre, pero el invento que llevaba puesto hacia que casi sintiese que estaba pescando en el salón de mi casa. El artilugio no es otro que unas plantillas calefactables. Un servidor es poco resistente a las bajas temperaturas, y como se me enfríen los pies, se jodió el asunto. Un semana de fiebre, garganta y antibióticos garantizada. Pero con este cachivache tengo las pezuñas calentitas. Cuando noto frió, le enchufo la batería, y a gozar. Los mejores 3 euros gastados de mi vida, sin duda. Eso si, con tanto cable parezco un robocop marino, pero como reza el dicho.. ande yo caliente...


Durante la siguiente hora me hice titular de cinco ejemplares mas, uno de los cuales volvió a su medio ya que su tamaño era irrisorio. Para mi asombro, fui el único de los presentes que fue capaz de obtener capturas. Cosas de la pesca, un día te toca a ti, otro día a otro. Realmente me lo pase muy bien, después de dos semanas en dique seco, mate el gusanillo bien matado. A ver si sigo encontrando algún huequecillo como hoy y puedo ir realizando escapaditas.

Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><


sábado, 3 de noviembre de 2018

A por los chocos!

Estos días toco ir tras los anhelados cefalópodos


Desde que compre el cascaron, tenia la ilusión de disfrutar de unas jornadas de eging embarcado como dios manda. Por esta zona la variedad de pesca es escasa. Pocas especies pueblan nuestros mares y hay que aprovechar el momento álgido de cada una. Una fecha que tenia marcada en el calendario era el 1 de noviembre. Ese es el día que, tras varios meses de veda, se da el pistoletazo de salida para la captura de sepias. Suponía que tras este periodo de descanso biológico, los fondos estarían poblados de nuestros amigos invertebrados. No defraudo.

El día previo coteje el estado del mar y del clima. La lluvia amenazante podría poner en peligro la aventura, pero parecía que las lagrimas de los dioses nos darían tregua. El viento se encontraba dentro de los parámetros requeridos, y un oleaje suave, conjugaban una mezcla perfecta para la jornada. Pues nada, madrugón, desayuno y camino al muelle como un misil.


El día sinceramente estaba feo, plomizo, bastante frió y desagradable. Pero la ilusión de un pescador puede con todo. Monté el tenderete náutico y puse rumbo a las bateas a los endemoniados cinco nudos que me entrega mi poderosisimo motor eléctrico de medio caballo. Una vez alcanzada la zona me puse en faena. Varios pescadores tentaban suerte por la zona pero bastantes menos de los que hubiese esperado dada la notoriedad y festividad de la fecha. La mañana estuvo entretenida. Multitud de picadas de las cuales poco mas de la mitad pude conseguir el ansiado premio. Muchos chocos se quedaron por el camino o se desengancharon a escasos metros de la embarcación. Entre que un servidor esta desentrenado, y lo señuelos que uso no son top, muchos amigos gelatinosos volvieron felices al fondo del mar para su alivio y regocijo. No obstante lo pase muy bien, buen ritmo de picadas, estado del mar perfecto y la barca llena de tinta por todos lados... algo que para mi significa alegría. El recuento de seis kilos de chocos al final de la jornada dan fe de que fue una gran salida.


Los dos días siguientes volví a tentar suerte. El primero de ellos bastante similar al primero. En esta ocasión ya se encontraban bastantes mas embarcaciones por la zona. Era palpable. Había zonas que apenas se notaba presencia de nuestros protagonistas, pero en otras continuaba el bullicio esperado. Cinco kilitos de tan suculento manjar me acompañaron a tierra. El tercer día ya fue mas tortuoso. La cantidad de barcos incrustados entre las bateas comenzaba a masificarse. Como consecuencia menos pesca. Después de dar vueltas durante varias horas por el lugar consumiendo casi toda la batería, y agenciandome solamente cinco ejemplares, decidí cambiar de zona a una mas aislada, cercana a la costa, en teoría menos propicia, pero al menos menos masificada. Fue un acierto. Solamente un navío merodeaba las cercanías. La falta de profundidad hacia la pesca mas sensible y divertida. Exprimí al máximo los pocos amperios que me quedaban, pero al menos pude salvar la jornada. Cuatro kilitos fue la tasación final.


A partir del lunes llegara el momento que los caciques del mar, los llamados profesionales, arrasen todo con sus armas infernales en forma de redes, trasmallos y nasas, y la poca diversión, se esfume. Al menos pude disfrutar de tres días buenos y eso no me lo quita nadie, ni siquiera ellos.

Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

lunes, 1 de octubre de 2018

Lubinas desde embarcación

Hace tiempo que quería tentar a las lobas desde el cascaron. Pude disfrutar de un ratito memorable.


Desde que me adjudique "la perla" a principios de año, y después de darle unos cuantos paseos por la ria, me decepciono bastante la experiencia. No se si es por que el mar por esta zona esta podrido, o por que la autonomía de mi juguete es mas bien escasa limitándome bastante el radio de acción, o simplemente, por que soy un imberbe marinero, carente de horas de mar, que solamente da palos de ciego... la vivencia ha sido casi traumática.

Bastantes fueron las jornadas en las que me he marcado sendos bolos. Por insistencia y actitud que no fuese. Horas y horas dando vueltas entre las bateas, arenales y roquedos cercanos, probando todo tipo de artes y cebos disponibles, y siempre con el mismo resultado. Lo único "decente" fue la búsqueda de chocos, un tipo de pesca en la que me defiendo, pero con unas cifras irrisorias para lo esperado. Dado el éxito alcanzado, decidí dejar de lado este tipo de pesca, y aparcar el navío indefinidamente en el puerto.



Pero el verano se termino y volvemos a la rutina. Demasiado tiempo libre, el ansia por pescar y unas mañanas agradables, han sido el detonante para que quisiera volver a surcar estos bravos mares y volver a probar fortuna. De todo lo testado, me faltaba el spinning embarcado. Durante estas semanas he ido recopilando información de los autóctonos para tratar de averiguar que lugares son los mas propicios para encontrar a las escurridizas labrax. Escuchando a unos y a otros, más o menos me he ido haciendo a la idea.



La semana pasada decidí poner en practica lo aprendido y  lanzarme al mar. El agua cristalina, un norte desagradable, y millones de latiguillos y alguitas merodeando en la superficie, hicieron la experiencia caótica. Me recorrí todo el litoral que la autonomía de la batería me permitía. Note en ocasiones como era blanco de muchas miradas, ya que al estar cerca de costa, pegado a un paseo atestado de gente con sus críos y sus perros, un tío alto como yo, de pie, en un mini cascaron flotante, debía resultar cómico. Pero yo andaba a lo mio. Más de dos horas lanzando sin noticia al final del sedal. Las dudas me asolaban. Estaría usando la técnica adecuada? estaría moviendo el señuelo con efectividad? estaría yendo a la velocidad correcta?.. la verdad que mi mente estaba asolada por un batiburrillo de indecisiones.



Finalmente cuando la hora se me echaba encima, puse rumbo a mi lugar de atraque. Por el camino aproveche y seguí realizando lances. En uno de estos, tilin tilin, una picadita. Nada del otro mundo, pero me hacia ilusión por ser la primera. Tres o cuatro tirones y se acabo quedando por el camino. Continué mi marcha, y en otro de los lances, Zas! otra picada. Esta vez era bastante mas decente. La voy trayendo y peleando con ella, pero justo cuando la tengo a los pies de la embarcación, va, y se suelta. Al menos le pude ver la cara, era una lubina medianita. Que le vamos a hacer, pero lo mas divertido me lo había dado, una lucha muy decente. Según me aproximo a mi meta, y el sol desaparece del firmamento, realizo las ultimas tentativas pegado a un pantalán. Locura inmediata. Varias picadas y dos lubinetas que logro subir a bordo. No dan la talla y son devueltas al mar con la satisfacción de haber conseguido mi objetivo. Un marinero que se acerca a atracar su barco a susodicho pantalán, me comenta que alguna hay, pero que son muy pequeñas. Es casi de noche, aparco el artilugio y me despido con un sabor agridulce. Una vez en tierra, algún veterano se arrimo para curiosear. Miradas de escepticismo e incredulidad se dibujaban en sus caras cuando les comentaba que estaba tentando a las lubinas con vinilos. A esta gente les quitas del camarón vivo o la miñoca y parece que les hablas en chino. No lo niego, seguramente su sistema sea mas efectivo, pero para un servidor, la gracia esta en engañarlas con un señuelo.

Hoy, después de la jornada vivida la semana anterior, tenia intención de volver a intentarlo. La experiencia me había gustado y tenia la esperanza de que pudiese mejorar los resultados. En esta ocasión iba a probar fortuna al amanecer. Hasta las nueve no podía echarme al mar, por el horario escolar de mi hijo, pero mejor eso, que nada. El aspecto del agua me gustaba. Turbia, revuelta, juguetona. El viento seguía bastante presente. Pues nada, armado el navío, me puse en faena. Primeramente me acerque a la zona que el otro día me había dado las dos capturas. Nada. Ni señales de vida. Tras diez minutos de tentativas infructuosas, puse rumbo a otra zona que me habían aconsejado los expertos lobos de mar de la comarca. Ya en el primer lance, sendos toques en el vinilo. Me vengo arriba y pongo toda la atención posible en el armamento que llevo entre mis manos. El viento reinante se afana en desviar mi posición y lucho a golpe de motor para poner la embarcación en el sitio deseado. Segundo lance y premio. Pelea honorable y la loba en cubierta. Sigo con el carrusel de lances y en todos ellos denoto actividad. En uno de ellos, justo en la caída, zambombazo. Otra preciosa lubina me agracia con un momento espectacular. Continuo rastreando el lugar, los toques al vinilo y las persecuciones son palpables. Tras varios minutos, otra labrax sube a bordo. Me lo estoy pasando pipa, disfrutando a tope. Después de peinar la zona varias veces, y comprobar que la vorágine pescantil va en decadencia, me traslado a otra posición cercana.


La actividad continua. Varios toques me alertan de la posibilidad del triunfo. En una de las tentativas, Zas! picada y lucha. En esta ocasión me quedo atónito al comprobar que cuando voy acercando la lubina al barco, tres o cuatro más vienen en corralillo detrás de ella. Desanzuelado y a seguir probando suerte. Algún toque mas, pero nada que llegue a tensar el sedal. La acción se frena y vuelvo a cambiar de caladero. Voy tanteando, y en alguna ocasión, unas cuantas mini tallas vienen en procesión tras la gomita, pero ya con esa actitud recelosa digna de este pez tan desconfiado. Lorenzo se deja ver y sus rayos comienzan a perforar las aguas. Se que ha llegado el momento de retirarse.


Fue una hora memorable, divertidísima, en la que he disfrutado como un enano. Ha sido la primera vez que me he alegrado de comprarme la chalana y realmente sacarle provecho. Finalmente cuatro lobas que daban la medida se vinieron conmigo de vuelta a casa. Como apunte, decir que al día siguiente, con el hype por las nubes, volví a probar suerte. En esta ocasión la mar estaba tirada y cristalina, había cambiado el cuento. Como resultado, otro bolo. Que le vamos a hacer. Se ve que para dar con ellas, y engañarlas, hay que ir en condiciones muy concretas. Al menos me queda el alivio de saber que poder se puede, solamente hay que saber cuando hay que botarse al mar para tentarlas. Personalmente es un arte que me llena, me gusta el spinning, navegar costeando y salir en busca de lubinas, lo tiene todo. Me queda la ilusión que me ha infundido esta experiencia. Anhelo encontrar otra mañana idónea para lanzarme a por ellas.



Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

viernes, 14 de septiembre de 2018

Rememorando viejos tiempos

Después de dos semanas infructuosas, tuve la oportunidad de vivir una buena jornada en busca de los queridos calamares.

Las vacaciones han concluido. Es hora de cambiar el chip y centrarse en la pesca urbana. Durante estas dos ultimas semanas he salido todos los días a dar un paseo, caña en ristre, para tentar las diversas especies que pueblan estos mares. Aparcando los paseantes que tan divertidos momentos me han dado, me he enfundado los vinilos. En estas aguas los primeros son muy complicados de utilizar debido a la altura desde la que se pesca, y los segundos, son de uso obligatorio. Aun así, tengo pendiente poner alguna labrax en seco con esos juguetitos zizagueantes.


El primer día, después de un par de horas de testeo de mis spots habituales, obtuve premio. Tras uno de los lances, una sombra muy decidida perseguía la gomita. El problema fue que me quede sin agua, y ella sin merienda. Después de un par de intentos más, la loba acertó de lleno, y logre ponerla en seco. Nada fuera de lo normal, una lubina medio kilera, pero que me alegro sobremanera al tratarse de la primera post vacacional. Sinceramente no contaba con ella, el agua estaba transparentísima, la marea era mala, y no hacia ni pizca de viento. Pero bueno, fue uno de esos escasos momentos en los que no cuentas con nada, pero la pesca nos agracia con alguna sorpresa.


El resto de los días se resumen en: bolo tras bolo, capote tras capote. El mar por estos lares, tras dos meses, sigue en las mismas. Idéntica sensación. Muerto, agónico. Apenas se vislumbra vida pululando por sus fondos. Decidí diversificar mi tiempo dedicándole un rato al amanecer a la búsqueda de labrax y otro rato al anochecer en búsqueda de cefalópodos. Lo único destacable, amen de la ya comentada lubina, fue la picada de un pinto de buen porte, que tras varios minutos de jugueteo con el vinilo, decidió hincarle el diente. Para mi desconsuelo, se cobijo detrás de una roca, y acabo partiendo el bajo. Lo que más me dolió fue haberlo dejado con el piercing clavado en sus morros. Que le vamos a hacer, cosas de la pesca.


En cuanto a los cefalópodos, varias noches fueron las que baje al muelle. En ninguna tuve ocasión de experimentar el ansiado tirón al final de la linea. Observe a algún compañero sacar algún ejemplar, pero muy esporádicos en el tiempo. Vamos, que seguíamos como estábamos. Pero para mi gozo, hoy fue distinto.

Cuando llego la hora establecida, recogí mis bártulos y me dirigí al muelle. Allí se personaba uno de los veteranos, charlamos un ratito, y nos pusimos en faena. Al  rato saca el campano. Poco después, tras un par de tira y afloja, logro capturar el primer calamar de este otoño. Me alegre bastante. Entre mientras comentábamos como antaño en ese momento del día, el solpor, realizábamos bastantes capturas, algo imposible en los momentos actuales. Cuando Lorenzo se echo a dormir definitivamente, cambie de posta. En el muelle se fue personando algún pescador más. El mar estaba tranquilo, apenas una brisa acariciaba nuestras caras y la corriente era la única que le ponía algo de salero al asunto.

De repente, las condiciones cambiaron. El agua se comenzó a agitar y el viento quiso dejarse notar. Después de mas de media hora en el mismo sitio, sin noticia alguna de nuestros amigos gelatinosos, comencé a notar su presencia. Algún toque y enganche infructuoso, dio paso a picadas continuas. Los chascarrillos habituales en el muelle se silenciaron. Todos estábamos concentrados en nuestras cañas. Fue una pasada. En cada lance tenias esa hermosa sensación de que podía haber algo merodeando tu señuelo con ansias de atacar. Estaban allí, habían llegado. Uno tras otro fui poniendo rápidamente en seco a los amigos invertebrados, sin perder comba, concentrado al máximo, y disfrutando cada picada, como si fuese la última. Pero la vorágine no acababa. No daba crédito. Seguían saliendo a secano. Llegue a contar cinco lances consecutivos con premio. Tras media hora de locura pesquera, la actividad ceso en seco. Sinceramente me lo pase como un enano. De regreso a casa me vinieron a la mente aquellos momentos que hace años los llamábamos "los quince minutos de gloria" muy habituales por aquellas fechas, inexistentes hoy en día. Ese ratito de alegría, adrenalina y excitación pescantil, me trasladaron al pasado. El recuento al llegar a casa fue de 19 ejemplares que colmaron mi expectativas con creces, y me regalaron una jornada muy entretenida como no la había tenido desde hace mucho tiempo en esta modalidad de pesca.


Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

sábado, 1 de septiembre de 2018

Resumen temporada 2018 - Para olvidar

Finalizo la temporada estival con mas frustración y desengaño que otra cosa.


Este año ha sido horrible. Ya el anterior había sido nefasto, pero lo del presente no tiene nombre. Después de un largo invierno asolado por temporales permanentes, un servidor tenia la paupérrima esperanza de que tanto ajetreo climático empujase algunos ejemplares a la costa. Iluso de mi. Nada de nada. No siendo alguna jornada salvada por alguna valerosa lubina o algún osado calamar, el resto fue agua de borrajas. He mantenido la esperanza de que mi querida isla me ofreciese la acción que tanto anhelo. Que equivocado estaba esta vez.



Al principio a Spinning alguna pieza digna de recordar se columpio al final de mi sedal. Esa jornada, y otra en la que me hice acreedor de nueve mini lubinas en menos de una hora, ha sido lo único destacable este verano. El resto se resume en pateadas, pateadas y más pateadas con ningún resultado. A todo esto hay que sumarle los madrugones intempestivos que un servidor odia sobremanera. Todo esfuerzo y sacrificio sin recompensa alguna. Para mas inri, la mayoría de las veces iba solo de paseo, ya que mi compañero de fatigas, Ángel, estuvo trabajando este verano, y entre el cansancio, y la falta de tiempo, apenas disfrutamos de horas juntos por el pedrero. Tampoco ha ayudado para nada el estado del clima. La mayoría de los días soplando de oeste o sur, algo muy perjudicial para la pesca en esta aguas. El mar cristalino el 95% de las ocasiones hacia prácticamente inútil las tentativas en esta modalidad. Eso si, en vista de la nula actividad, me he dedicado a sacar algunas bonitas instantáneas de la zona que quedaran para el recuerdo.






La veces que tente el Surfcasting me desmoralizaron hasta el punto de dejarlo aparcado indefinidamente. Entre los millones de trabas que te ponen los autóctonos para la recolección de cebo y la inexistente actividad acabaron con mi paciencia. Mención especial quiero hacer a los denominados "Policías Rurales", chulos con uniforme que se creen los amos del mundo y lo que merecían eran un par de hostias bien dadas. Muchos encontrazos con estos tipejos que no hacen mas que poner trabas y amenazar por el simple hecho de estar ejerciendo tu derecho, que para algo pagamos nuestra licencia religiosamente.La falta de educación, y la notable grosería de estos despojos humanos, denotan un coeficiente intelectual ínfimo. Esta claro que a cualquier subnormal lo enfundas en un uniforme y se cree el puto amo. Putos retrasados es lo que son. Volviendo al tema del surfcasting, esta la cosa tan mal, que hasta gente como Rafa o José que llevan toda su vida dedicando su tiempo de ocio a esta hermosa actividad, lo han dejado por imposible. Muchísimos bolos consecutivos han minado la moral de todos en estas aguas que otrora siempre dejaban jornadas entretenidas y momentos inolvidables.



Lo único salvable ha sido las jornadas que dedicamos al choco. Tuvimos capturas, pero no sin dedicarle mucho tiempo, sudor y lagrimas. Quedamos muy lejos de los números que atesoramos el año pasado, pero aun así, fue lo único decente de este misero verano. Los miles de trasmallos que adornaban la costa a principio de temporada no auguraban nada bueno, no obstante, con tesón y cabezonería, logramos poner algunos cefalópodos en seco. Otras dos mañanas también las disfrute llevando a mi peque y mi sobrina a pescar lorchos. Lo pasaron pipa, y yo con ellos.




Cuando volví de las vacaciones fui de visita a mi muelle habitual. El ambiente reinante era de pesimismo total. Las jornadas salvables en todo el verano se contaban con la mitad de los dedos de una mano. Que tristeza. Pocos pescadores quedan ya, la mayoría han abandonado impregnados por el amargo aroma de la desesperación y la desilusión. Los que se personan allí, simplemente van por preferir usar su tiempo al lado del mar, que malgastarlo en casa viendo la caja tonta, amen de atesorar aun la esperanza de que algún día esto cambie. No voy a hacer mención a las posibles causas de este sinsentido, en otras entradas ya expuse mi punto de vista sobre la situación actual, pero las cosas están como están y no hay manera de cambiarlas. Aun así me siento optimista. He aprendido a no contagiarme de los desánimos ajenos y seguir mi propio instinto. Todo lo vivido este verano me ha servido para valorar una simple picada.


Ahora toca volver al spinning urbano y la tentativa de cefalópodos desde el muelle. Sinceramente lo echo de menos. He acabado hastiado de las pateadas y los madrugones en vacío. Me apetece un poco de relax y comodidad. Sera que me estoy haciendo viejuno, y mi umbral de sacrificio, se va desplomando. El haber tenido un verano tan horrendo, donde pensaba que podía triunfar, me ha motivado sobremanera para tentar suerte por mi zona, y me ha ayudado a valorar lo que tengo al lado de casa. Ademas me considero un poco mas experto para saber donde y cuando probar suerte. Se vienen por delante unos meses muy ilusionantes en los que espero sacar algo de provecho.


Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

lunes, 18 de junio de 2018

La tristeza del mar

Hoy tras varias semanas de descanso del egging decidí bajar al muelle 


Hacia tiempo que no dedicaba una jornada a los cefalópodos. Últimamente pasaba mis horas de pesca pululando por todo el litoral en busca de alguna lubina o algún pinto a spinning que me alegrase el día. Hoy las condiciones de marea era más que aceptables para la captura de algún calamar o choco, y para que negarlo, me apetecía estar un rato anclado en el muelle en busca de estos depredadores. También quería aprovechar y saludar a los compañeros de pesca del lugar, ávidos cazadores de estas especies, y fundirme en sus anécdotas y chascarrillos.

A la hora adecuada, puse rumbo al muelle. Cuando llegue observe que las condiciones eran muy favorables.. pero para la lubina. Un viento intenso del noroeste hacia mover con gracia el turbio mar. No me pude resistir y lo primero que saque a pasear fue una gomita en espera de algo de acción. Tras varios lances hizo acto de presencia otro compañero lubinero. Intercambiamos información y opiniones, tras lo cual, decidí dejar descansar los vinilos y ponerme en faena a lo que realmente había venido a hacer. Me comento que llevaba casi dos horas peinando la zona y solamente tuvo dos ataques de alguna lubineta que no estaba muy por la labor. Pues nada, cambie de armamento y me dirijí al muelle.




A mi llegada, los saludos protocolarios y vaciles pertinentes. Alguno se intereso por mi ausencia últimamente y le comente que estaba mas centrado en el spinnig. Me dijo que era lo mejor que podía hacer, por que los cefalópodos estaban completamente desaparecidos. Pues nada, monto la caña y me pongo al lió. El mar estaba precioso, revuelto, movido. El aire rozaba el limite de lo permisible para este tipo de pesca, y en ocasiones, alguna racha endemoniada hacia tedioso el lance. Me puse en faena dispuesto a disfrutar de un par de horas de esta modalidad. Según avanzaba el tiempo, y el sol se iba a dormir, la presencia de nuestros amigos depredadores gelatinosos era nula. Yo tuve fortuna. En una de las recogidas, un chipirón crecidito, decidió abrazarse a mi señuelo. Fue una nube de verano. No hubo nada mas.

Según iba avanzando la noche el pesimismo, ya de por si instaurado en estos bravos pescadores, se hacia demoledor. Todo el mundo se afanaba en intentar que algo vivo hiciera caso a su engaño, pero sin resultados. El desanimo y la desolación caían como una losa encima de nuestras cabezas. Por unos instantes me vino a la mente los tiempos en los que bajaba con toda la ilusión del mundo, impregnado por el ansia de capturar algún ejemplar y motivado a tope. En el muelle, de aquella, se respiraba ese ambiente en todos los allí presentes. Esas jornadas en las que siempre tenias algo de acción, y esa ilusión, te mantenía entretenido y atento durante horas. Esos momentos que les llamábamos "los diez minutos de gloria" en los que todos pescábamos algo y teníamos un rato intenso de diversión. Recordé como había que "madrugar" para coger sitio para poder posicionarte en un buen lugar para pescar. Hoy en día casi no queda nadie, esta prácticamente vació. Quedamos cuatro pelagatos que se acercan por su amor incondicional e irracional a este hobby. Que tristeza.

Poco a poco, los escasos pescadores, van desfilando. Decaídos, resignados una noche mas. Gente que en otrora alargaban sus jornadas a cuatro, seis, ocho horas...en apenas un rato se daban cuenta de la cruel y cruda realidad, y decidían poner fin a este duro sufrimiento. La verdad es que por desgracia era lo mas coherente.. retirase. La sensación era la de estar pescando en un pozo negro, en una piscina, en una cloaca. No había vida en el agua. Sinceramente me impacto observar la pronta retirada de estos expertos en la materia. Personas con las que he compartido horas y horas de pesca, momentos divertidos, ilusionantes, grandes capturas, se marchaban silenciosamente con el pesimismo inyectado en sus miradas. Uno de los veteranos me comento "ya el año pasado fue malisimo, lo de este no va a tener nombre".



Yo me quede un ratito mas. La noche estaba agradable, cálida. Mientras quemaba un electrodo, di un paseo por la zona observando el mar. Solamente el algarabío de los indestructibles mujeles daban algo de viveza a estas aguas agonizantes. Tenia la esperanza de que con la llegada del sol, el buen tiempo y la subida de temperaturas, esto mejorase. Para nada. Ni lubinas, ni chocos, ni calamares, ni rinchas... desolación, solamente desolación. El mar esta triste, muy triste.



Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

domingo, 3 de junio de 2018

Inicio surfcasting 2018 deprimente

Primera tentativa del año que defraudo sobremanera, menos mal que las lubinetas me alegraron el finde.


Este fin de semana lo tenia tachado en el calendario para comenzar con el Surfcasting. Sinceramente sabia de antemano que seria una jornada pobre ya que el estado de la marea, viento y ocaso no auguraban buenos resultados. Aun así tenia mucha ilusión por clavar las cañas en la arena y estrenarme con el primer ejemplar, aunque fuese una mini talla para su suelta posterior. El sábado por la mañana fui a recolectar cebo con bastante ilusión y alegría. Me acompaño mi padre, el cual venia con el mismo propósito que yo. Al final lo de siempre, tuve que coger cebo para mi y para el, ya que aunque le pone empeño y esfuerzo, no le da xeito a esto de coger miñoca. Yo trato de explicarle la técnica, pero es tan cabezón que no quiere aprender.

A todo esto, esa misma mañana Ángel y un servidor madrugamos para dar una vuelta a spinning. 6:30 de la mañana, casi me da un patatús, y más, contando que me quede dormido sobre las 3:30. La jornada para mi compi no estuvo nada mal, cogió su primera lubina kilera del verano y dos mas pequeñajas que fueron liberadas ipso facto. Yo, después de machacar el litoral con el patchinko y no obtener resultado alguno, estuve probando varios paseantes, y la imitación de Aliexpress del Asturie, me agracio con una lubinita que fue devuelta al mar.

Cambio de tercio al surfcasting. En el ocaso puse rumbo a la playa. La noche estaba desagradable. Un viento de sur bastante frió, mas propio del final del invierno, que de las postrimerias de la primavera, nos castigaba. Para mejorar la situación, a los pocos minutos de montar el tinglado, una poalla machacona hacia acto de presencia, empapándonos lenta, pero inexorablemente. No se estaba a gusto, la verdad, pero la ilusión de conseguir mi primera pieza del año, me tenia anclado en la arena. Según se asomaba la noche, Rafa y José se iban cobrando las primeras piezas. Alguna lubina que rozaba la talla, y unas cuantas mojarras muy decentes, eran puestas a bailar en seco. Mis cañas impertérritas, como si con ellas no fuese la fiesta. Ni una sola picada, ni un atisbo de vida que quisiera devorar el suculento manjar que les había brindado al final del sedal. Mis compañeros seguían a lo suyo, arrancando del fondo de las profundidades algún ejemplar de vez en cuando, eso les motivaba a seguir en faena. Un servidor, tras mas de una hora, y revisar el estado del cebo en varias ocasiones, seguía marcándose un bonito bolo. Este año quería probar otro tipo de montajes aprendidos vía Internet que por el sur suelen funcionar bien, pero visto lo visto, aquí el pescado prefiere lo clásico. Ademas la presencia de algas a ras de fondo, hacia mermar considerablemente el potencial de este sistema. Tras dos horas, y con el frió y la humedad comenzando a castigar duramente, decidí poner fin a esta pésima jornada inicial.

Cuando llegue al camping me encontré con Ángel. Había ido con Manolo a pegar unos lances a spinning, y la verdad es que no les fue nada mal. Mi compi había cogido una lubina de 1,200 grms., otra que rozaba el kilo, y dos pintos de talla media. Manolo por su parte se hizo acreedor de una loba que daba la medida. El lubinero tardo en arrancar este año, pero ya empieza a asestar sus primeros latigazos a nuestras amigas Labrax. Me alegro un montón por el, se lo merece y mucho. Me propuso que la mañana siguiente, si el clima, y sobre todo la lluvia, respetaba, nos levantásemos sobre las 5:30 para ir a dar una vuelta. Yo le desee las mayores de las suertes, pero me negué rotundamente a acompañarlo a esas horas tan intempestivas.

De madrugada me desperté inesperadamente a eso de las siete de la mañana. Mi subconsciente cabrón debía tener parte de culpa en todo ello. Pues nada, ya que me había desvelado, que mejor forma para empezar el día que darse una vuelta caña en mano por el pedrero? Así lo hice. Desayune, enganche el paseante a la grapa y puse rumbo a la playa. Probé en la zona que la semana del puente me agracio con alguna pieza decente. Nada. No había señales de vida en el agua. Como no estaba por la labor de pegarme la pateada padre hasta la zona que solemos frecuentar para la practica de nuestro amado deporte, decidí acercarme a una playa cercana que en alguna ocasión, y siempre con marea alta, nos había dado algunas alegrías. Como la altura del mar se encontraba dentro de los parámetros requeridos, era una buena opción.



Cuando llegue al lugar, las condiciones no me parecían las mas apropiadas, eso si, el cielo plomizo, ideal para estos menesteres, encapotaba el firmamento. Un mar plano y transparente no auguraba que hubiese acción. Que equivocado estaba. Mi primer temor eran las dichosas algas, muy persistentes y comunes en esta zona. Tras los primeros lances me alivio al comprobar la ausencia de estos fastidiosos lechuguines flotantes. Me pongo en vereda y compruebo que hay atisbo de vida en el mar. Tras varias persecuciones y ataques fallidos logro poner a la primera loba, bueno, lobita, en secano. La emoción y alegría me inunda. Le doy el pertinente abrazo de complicidad y la pongo a nadar de nuevo. Sigo con los lances y continuo teniendo diversión. Varias lubinetas son encandiladas por el atractivo seductor de mi paseante, y tras aprendida la lección, devueltas a su medio natural. En cuanto dejaban de picar en una zona, me desplazaba unos 50 metros, y volvían a la carga. Una pasada. Gracias al estado liso de la superficie, las persecuciones y ataques se contemplaban con total nitidez, haciendo que un servidor estuviese en éxtasis constante.Que gozada, como adoro pescar con el paseante cuando las lobas están de quiero. A eso de las 9, la actividad ceso a la par que el mar salia huyendo. Me acerque a un paisano que estaba pescando a fondo por la zona y charlamos un rato mientras quemábamos un electrodo o dos. Coloquio agradable con otro enfermo por el mar y la pesca. Me comento que apenas tuvo picadas y no fue capaz de hacerse acreedor de ningún ejemplar. Sin embargo yo pase dos horas estupendas consiguiendo nueve ejemplares, de los cuales, solamente dos reglamentarios se vinieron conmigo para el deleite de mi parienta. Disfrute de bastantes persecuciones, ataques fallidos y alguna que se engancho, pero quedo por el camino.

Cuando regrese me tope con Ángel. Como me comentara la noche anterior, había madrugado para ir de pesca. Se desplazo a la zona habitual, pero dado que no tenia buenas sensaciones, en apenas una hora decidió dar por finalizada la salida. Le expuse mi jornada y lamento que no le hubiese avisado. Sinceramente no sabia ni siquiera que estaba despierto. Una pena, momentos así en compañía, son mucho mejores, y mas con el, que vive tan apasionadamente este noble deporte.



Para mi hoy ha sido un gran alivio. Llevaba dos semanas haciendo spinning urbano sin noticias de las lobas. Me estaba empezando a ofuscar, a perder las ganas, a agobiarme, pero esta mini jornada me sirvió para recargar energías y volver a tener ilusión por esta modalidad. Como punto negativo, el surfcasting. Aun así conservo las expectativas intactas. Volveré a los montajes tradicionales de los bajos, tentare fortuna mas ocasiones, y esperemos, que la marea sea mas favorable las jornadas venideras.



Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

viernes, 1 de junio de 2018

4º Aniversario: Reflexiones y desvarios

Hoy aprovechando el 4º aniversario de mi blog me he puesto un poco transcendental influenciado tras varias jornadas infructuosas.




Jornada tras jornada la impotencia se apodera de mi. Todos los días observo el mar, y lo noto triste, muy triste. Triste y dolido por el trato que el ser humano le asesta. Atormentado por la raza que se auto domina superior. Implacablemente este medio ha sido castigado sobrexplotandolo, vertiendo toneladas y toneladas de basura y químicos diariamente, sin pudor, sin remordimientos. No salgo de mi asombro al observar como en ocasiones el mar lucha incansablemente en esta batalla perdida, tratando de auto regenerarse, pero es un vano esfuerzo abocado al fracaso. El mar, es una joya con la que la naturaleza nos ha agraciado y seguimos persistiendo en nuestro afán por destruirla del todo. Lo peor, es que los últimos años la balanza se esta volcando de nuestro lado y lo vamos conseguir. Acabaremos rodeados de una masa inerte de agua putrefacta, y solamente, quedara en nuestros recuerdos, lo que en un día fue el hábitat fértil de un sin fin de especies.


Desde que comencé con este blog, hace cuatro años, solamente cuatro años, he notado un destrozo considerable de este medio en tan pequeño lapso de tiempo. A la mente me vienen recuerdos de cuando era un crío. Cuando pasaba los fines de semana en Meira bicheando entre las rocas. Recuerdo cuando buceaba por aquella época. Nadabas, te sumergías, y entrabas en un mundo lleno de animales, especies, colorido que te rodeaba... en definitiva ... vida. Era algo fantástico, algo que nuestros hijos hoy en día no pueden disfrutar. Recuerdo como muchas tardes las pasábamos pescando, por que aquello era pescar. Cogíamos caramujos de las rocas para usar como cebo, los machacábamos y los poníamos en el anzuelo. El éxito y la diversión estaban garantizados. Había mucha cantidad y variedad de peces. Tardes y tardes entretenidisimas pase con mis tíos y mi padre pescando con un simple palo y un trozo de sedal. Recuerdo también como armados con una vara y un tenedor atado en el extremo para improvisar un tridente tentábamos a los chocos con resultados excelentes. Por que había, y mucho. Me viene a la mente cuando con catorce años bajaba al club náutico y una caja de cebo apenas nos duraba una hora por la cantidad de peces y picadas que teníamos. También recuerdo cuando en otra época, no tan lejana, cogíamos miñoca, íbamos a la playa sin tener pajolera idea de pescar, de montajes, de equipos, de hilos actuales de la era espacial.. solamente una simple caña, sedal, un plomo y un anzuelo, y acabábamos llenando el caldero de ejemplares que hoy en día darían la talla sobrados. O cuando montábamos una potera, nos íbamos al muelle de noche y cogíamos calamares y chocos sin tener ni zorra idea de lo que hacíamos.

Recuerdo todo esto y me pongo triste al observar como esta todo a día de hoy. Vivo prácticamente a pie de playa y todos los días me paso por la orilla para ver la situación. Cada vez parece mas muerto, mas inerte, carente de vida. Cuando en el pasado durante estas fechas el agua era un hervidero de vida, actualmente parece un cementerio acuoso. No hay movimiento, no hay actividad. En alguna ocasión algún pequeño banco de souviñas hace acto de presencia, pero es algo muy puntual, para recordarnos lo que en antaño fueron estas aguas. Solamente se aprecian las majestuosas sombras de bancos de mujeles que han sobrevivido a esta debacle gracias a su nulo valor y su resistencia a las putrefactas aguas actuales. De ahí que cada vez sea mas difícil pescar y haya que utilizar materiales muy específicos para intentar engañar a lo poco que queda en nuestros mares.



Cuando mi hijo tuvo la edad suficiente, mi ilusión era enseñarle a pescar, y que aprendiese a disfrutar de esta bonita actividad. Menuda decepción nos llevamos ambos. Ni dos miñocas gastamos en toda una tarde de pesca. Así varias jornadas hasta que desistimos. Soy consciente de que la pesca no se trata solamente de sacar pescado del mar, es un todo, es el estar pescando, los preparativos, la ilusión, disfrutar de la naturaleza y el aire libre, pero cuando llevas a una criatura las primeras veces intentas que se emocione con sus primeras capturas. Ha sido imposible. Esta todo reventado, podrido, asolado. Llevo dos semanas bajando con el vinilo todos los días con la esperanza de atisbar algún cambio. He probado suerte en otra ria para ver si cambiaba el percal. Nada. No hay nada en ningún lado que persiga la goma, no hay vida en el mar.

Desde hace varios años vengo comentando la situación con los mas veteranos del lugar. Todos, repito, todos, coinciden en lo mismo. Antes había pesca, merecía la pena pescar, ahora no, no hay nada, esta todo esquilmado. Las barquichuelas que en otrora poblaban la ria incrustadas entre las bateas, descansan desilusionadas y agonizantes en puerto. La culpa es de todos, de los profesionales principalmente y su ansia enfermiza de acaparar todo con sus armas demoníacas, de las empresas y sus vertidos, del cambio climático, y también de los pescadores deportivos, que muchos en vez de deportivos, debían hacerse llamar caimanes del mar. Es una pena, pero estamos ganando lo que nos merecemos.

A titulo personal creo que he llegado a esa etapa que muchos pescadores con un montón de horas a su espaldas acaban llegando. Creo que ya domino las modalidades que mas me gustan. Me quedarían algunas como son la pesca en el río o embarcado en aguas mas profundas, pero no me llaman, la verdad, y no tengo intención de tentarlas. He llegado a ese punto de conocer el medio, de llegar a un lugar y tras cinco minutos saber si merece la pena o no dedicarle un par de horas. Rara vez me equivoco por desgracia. Dado el estado del mar puedo decir que solamente una de cada diez ocasiones puede merecer la pena quedarse. Dicen muchos pescadores que nunca se sabe todo, que siempre se aprende, que el mar es impredecible. No comparto esta afirmación. A día de hoy, y desde hace bastante tiempo, no hay nada que me sorprenda en la pesca. Dada la devastación, este hobby que antaño tenia su grandeza en el componente aleatorio, se esta convirtiendo en algo desgraciadamente muy previsible.

Tras todos estos años, aun observando el percal, sigo con ilusión. Sigo persiguiendo esas dos o tres jornadas al año de las que te quedas satisfecho y feliz. Pero cada vez el esfuerzo es mayor, tanto físico como psicológico. El desgaste también esta ahí. Una de las cosas que me da fuerza para continuar, es este legado a modo de blog que quiero que quede para el recuerdo. Ese es el fin de todo esto, no busco patrocinios, marcas, difusión, lo único que busco es un espacio para rememorar mis andanzas por este fascinante mundo. Es mas, no tengo ni seguidores, ni visitas, nada de lo que un blogero anhela, ni lo busco, pero tengo lo mas importante, mi espacio. Creo que eso es un punto a mi favor, poder publicar cuando y lo que me de la gana, sin presiones, sin extorsiones, sin miedo a opiniones externas. También me dan fuerzas para continuar los compañeros que me rodean: Ángel, Rafa, Jose, Manolo, la gente del muelle, etc. pescadores entusiastas que trasmiten y contagian su fervor por esta actividad. Eso si, me doy cuenta de que jornada a jornada, la paciencia que antaño atesoraba, se va mermando considerablemente. Sigo manteniendo día a día ese gusanillo cada vez que salgo a pescar, pero por desgracia, las decepciones son constantes. Aun así, dada mi situación laboral, y la infinidad de horas libres disponibles, la pesca sigue sirviéndome como método de evasión, para rellenar las horas muertas, tener ocupada la mente y mi válvula personal de escape.

No se cuanto tiempo durara esta aventura, pero entre tanto, la disfruto. Mientras la salud me respete, y eso que se obceca en ponerme trabas,  y siga teniendo ideas y buenos momentos para publicar, seguiré haciéndolo. En el futuro próximo tengo pensado mejorar el contenido y empezar a colgar vídeos acompañando estos relatos que tanto me entretiene desarrollar. Matizo, tengo pensado, por que no se como me desenvolveré delante de la cámara y si me gustara el resultado final, todo sera probar. También las futuras entradas acompañarlas de mas fotos para hacer la experiencia mas directa y poder recordar los momentos con mejor nitidez. Por lo pronto deseo que este 2018 cambie el rumbo y me deje buenos momentos para compartirlos en este espacio.



Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

domingo, 20 de mayo de 2018

Puente de Mayo decepcionante

Más esperanzas e ilusión que lubinas en este puente de Mayo.

Este fin de semana pasado, gracias al festivo autonómico, pudimos disfrutar de cuatro días libres consecutivos. Las expectativas eran máximas. Las condiciones pintaban muy favorables y las ganas de reencontrarnos con las lobas eran patentes.

En cuanto la marea y el ocaso del sol se abrazaron  para fundirse en uno de los mejores momentos para la pesca, Ángel, Manolo y un servidor, pusimos rumbo al pedrero. Caminata larga hasta llegar al lugar deseado. Nos apostamos y comenzamos el carrusel de lances. A los pocos minutos, mi compi, pierde un señuelo en el lance. Raro pero plausible. Al poco rato, lo mismo, otra goma que se queda a la deriva en el mar. Entre mientras observamos que la actividad era completamente nula. Bordeamos toda la costa intentado atisbar algún indicio de vida tras nuestros señuelos. Esfuerzo en vano. Tras algo más de una hora de trasiego, Ángel visiblemente ofuscado decide abandonar y se retira tras perder, nada más y nada menos, que seis vinilos. Al día siguiente descubrimos que el culpable de tal desdicha había sido una anilla rota que sesgaba silenciosamente el trenzado como un ninja atacando desde las sombras. Manolo y yo nos quedamos un rato mas, y en uno de los lances en el camino de regreso, logre capturar una lubinita con el paseante que fue devuelta al mar al instante. Sinceramente pésima jornada.

Al día siguiente decidimos probar fortuna con los cefalópodos. Ponemos el navío en el agua y una vez alcanzada la zona deseada observamos con pesadumbre que los puñeteros trasmallos siguen ahí, esquilmando el mar día si, y día también. Para mas inri, nos damos cuenta que hay muchos legales, pero que hay otros tantos ilegales, sin marcar, sin cotizar, reventando el mar impunes a nada. Que asco me da esta gente, en serio. Me encanta pescar y disfruto muchísimo de esta actividad, pero aunque tire piedras contra mi tejado, me gustaría que un día no quedase nada para que estos cerdos que se hacen llamar profesionales comiesen mierda, ganada gracias a su avaricia y depredación descontrolada. Una cosa es vivir del mar y otra es destrozarlo para conseguir cuatro euros mas. Bueno, en cuanto a lo nuestro, tras tres horas peinando todas las zonas posibles, solamente pudimos hacernos con un escaso kilo, que para nada, colmo nuestros anhelos pescantiles.

Por la tarde aprovechando que la conjunción marea-ocaso era idónea, decidimos intentarlo de nuevo. Otro fiasco estrepitoso. Tras varias horas de pateo, piedra parriba, piedra pabajo, nada de nada. Con el cuerpo cansado y la mente agotada, nos retiramos. A la mañana siguiente, a eso de las 6:30, me desperté inesperadamente. Se que no ha sido tan aleatoriamente, se que mi subconsciente es conocedor de las condiciones idóneas y que quiere que me levante de cama y ponga rumbo a la playa. No vacilo. Desayuno y me acerco a ver que se cuece. Tras unos lances iniciales con el vinilo percibo cierta actividad en superficie. Cambio a paseante y premio. Una lubineta que me colma de la satisfacción inexistente en las dos ultimas salidas. Foto protocolaria para el recuerdo y vuelta a su medio. Sigo probando fortuna y disfruto de varios intentos fallidos que me alegran y motivan. En uno de los lances una loba acierta y comienza sacar sedal del carrete. Bonita pelea tras la que logro ponerla en seco. Se trata de un ejemplar que da la talla y que me ha dejado una bonita lucha. El sol comienza a alzarse por el horizonte. La actividad decrece hasta hacerse nula completamente. Aun así, doy un buen paseo recorriendo el litoral a base de lances, todos en vano. Lorenzo deja notar su presencia ostentosamente y decido regresar. No ha estado mal, la verdad, por lo menos he tenido media hora de diversión.



Por la tarde, volvemos a la cruda realidad. Decidimos cambiar a a una zona que esta mas lejos si cabe. Mas pateada con el mismo premio. Nada de nada, tónica de este puente. Como anécdota he de relatar el ataque desmedido de una gaviota, que se ofusco en acosarme, no se a cuento de que, pero la fiera me embestía desde el aire como si no hubiese mañana, y solamente amenaznadola con mi caña, lograba que se retrayese, pero tras realizar un giro, volvía a la carga, así en varias ocasiones. Dude si tirarle una piedra a la cabeza o abandonar la zona y dejarla tranquila. Opte por salir por patas. Ella se posaba encima de una piedra mientras observaba amenazante y triunfadora mi retirada. Nada mas destacable de esta salida.

El último día del puente decidimos tentar a los chocos otra vez. Más de lo mismo, picadas esporádicas, muy espaciadas en tiempo y espacio que hacían que no calentásemos motores. Los putos trasmallos tirados en el mar como siempre, no descansan ni en domingo. Gracias a ellos, por un despiste, dos de nuestras poteras más queridas, y que nos han agraciado con muy buenas capturas, se quedaron enrocadas a la limón en el fondo del mar en uno de esos artilugios ilegales. Ojala el subnormal de turno se clave con ellas y se haga daño, mucho daño, cuando recoja sus redes infernales. Finalmente el pesaje fue decente, algo menos de tres kilos, pero no por la cantidad, si no más bien, por el tamaño de los ejemplares conseguidos.

Punto y final a un fin de semana largo que auguraba buenos momentos, pero ha sido muy decepcionante. Tras un duro invierno, y una larga espera, tenia puesta muchas esperanzas en esta época del año, y en esta zona concretamente. Lamentablemente, la realidad es la que es. La próxima semana tenia pensado comenzar con el surfcasting, pero los compañeros que este puente han tocado esta modalidad, me han comentado que la cosa esta muy mal también. Aun así tengo ganas de clavar un rato las cañas en la arena y cambiar un poco el chip. Lo que me ha gustado ha sido el optimismo de mi compi, que cree que esto va a cambiar y que no va a ser siempre así... ojala tenga razón... como se dice por aquí.. "nunca choveu que non escampara".


Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

domingo, 13 de mayo de 2018

Arranca la temporada 2018

Comienza la temporada 2018 con soles y sombras


Después de este larguísimo y crudo invierno, al fin, ya esta aquí la época estival. Atrás se quedan las semanas de temporales interminables, noches rozando el bajo cero y las ansias reprimidas por mojar sedal. Tras varias salidas desesperantes y decepcionantes en barca por esta zona durante el último mes, tenia ganas de cambiar de ria y probar fortuna en aguas mas prometedoras. Se supone que se acerca lo bueno aunque en este inicio por una parte no ha sido demasiado alentador. No obstante uno no pierde la fe y espera disfrutar del arte de la pesca y poder vivir alguna jornada memorable.

Este fin de semana tocaba preparar y tunear el "chalet de verano". Este año he batido mi propio récord acondicionando todo el tenderete en unas 5 horas. Demasiadas horas libres por delante esperando a que mi compañero de fatigas hiciera lo propio con el suyo. Finalmente el domingo teníamos todo ya en orden y el chuliño preparado para lanzarse al mar. Con la ilusión por bandera cogemos nuestra embarcación y ponemos rumbo a la costa. El día era plomizo, encapotado, ideal para la practica de la pesca desde mi humilde punto de vista.

Ponemos el navío en faena y comenzamos las primeras pasadas. La actividad o acto de presencia de cefalópodos era nula. El fuerte viento variable reinante hacia muy difícil mantener un rumbo constante. Según transcurría el tiempo, el ansia inicial se tornaba en desanimo. Al rato observamos varias boyas pequeñas acechando a ras del agua. Las alarmas se enciende en nuestras cabezas. En principio especulamos si se tratan de nasas para las nécoras o los temidos trasmallos. Nuestras dudas quedan resueltas cuando poco después una barcaza se aproxima cerca de nuestra posición y comienza a botar al mar las armas del demonio. Eran los puñeteros trasmallos. Prestamos mas atencion y observamos con desaliento que toda la costa esta cosida por este invento maléfico. Con mucho tensón y esfuerzo Ángel consigue arrancar el campano de las profundidades. Seguimos bregando y explorando prácticamente todas las zonas cadenciosas que conocemos. Finalmente tras tres horas de intensa lucha con el viento, y tesón, logramos hacernos con cinco ejemplares de nuestros amigos cefalópodos. No esta mal, pero sinceramente, muy por debajo de nuestras expectativas tratándose de principio de temporada.

Nos retiramos a comer, y tras la sobremesa, decidimos hacer la primera jornada a spinning. Personalmente tenia muchas ganas, ya que quería probar el nuevo equipo ligero que compre para esta modalidad y comprobar la eficacia de mis vinilos low cost en estas aguas. Otro reto que quería lograr era conseguir capturar un pinto. Era una especie que nunca había logrado pescar y Ángel me comento que con vinilo era relativamente fácil conseguir. Nos ponemos en marcha y una vez llegados al spot observamos un mar precioso, muy movido, y con bastante viento, pero no lo suficiente para que llegase a ser molesto. Comenzamos el carrusel de lances. Tras varios minutos decido moverme a una zona mas resguardada. Al cuarto lance noto algo al final del hilo, paro el señuelo en seco, y cuando comienzo a moverlo de nuevo, Zas!! picada. Recojo tranquilamente y a pocos metros percibo el tamaño del animal que lucha en la otra punta del sedal. Se trata de una lubina kilera. Sinceramente no me da mucha pelea para tratarse de una Labrax de esas dimensiones. Ángel se acerca a auxiliarme y ponemos el pez en seco. No esta mal para comenzar la temporada, pero esperaba algo mas de combate tratándose de un ejemplar de ese tamaño. Entre chascarrillos de alegría y alboroto le comento a Ángel de broma que yo quería un pinto, no una lubina. Lanzo de nuevo, esta vez realizo la recogida a tironcitos cortos, mas lentos. Cuando apenas estoy a diez metros de la orilla, Zas!! picada. Buena pelea en esta ocasión, el bicho trata de enrocarse, pero tras un manejo diligente de mi equipo logro izar al culpable. No me lo puedo creer... un pinto. Mi compañero no sale de su asombro y me insta a que selle la primitiva. El reto que me había propuesto para el verano, cumplido en menos de una hora. Guardo los ejemplares y continuo con la actividad.

Tras varias intentonas por la misma zona, decido cambiar y desplazarme a otra playa cercana. Ángel se mantiene en el mismo lugar con la esperanza de engañar a alguna otra loba. Llego a la zona elegida y empiezo con el recital de lances. En cada recogida voy tocando fondo y enrocando en alguna ocasión. La suerte esta de mi lado y logro zafar el artificial siempre. Me doy cuenta de que hay muy poco calado y demasiadas rocas amenazantes, así que decido cambiar el vinilo por un paseante. Comienzo a lanzar y a coger sensaciones para darle viveza a este tipo de señuelo con mi nuevo equipo. En una de estas vengo recogiendo y Zas!! parada en seco y alboroto en la superficie del agua. En un primer momento se me pasa por la cabeza que había tocado piedra, pero al instante me doy cuenta de que ahí no hay rocas y que vengo con un paseante. Acto seguido el carrete empieza a cantar como jamas me había pasado en la vida. Carrerón impresionante. Trato de hacerme dueño de la situación y comienzo a pelear con el bicho. En la primera recuperación de sedal me doy cuenta de la embergadura de la lubina. Es un bichazo. Durante mas de cinco minutos nos enfrascamos en una titanica batalla de tira y afloja, con unas salidas de hilo del carrete que llegan a hacerme temer el quedarme sin hilo. Finalmente mi adversaria se da por vencida y poco a poco la voy arrimando al roquedo. Cuando la tengo apenas a cinco metros y vislumbro su silueta, no salgo de mi asombro. Le pego varios silbidos a mi compañero para que me ayude, esta vez si que necesito su presencia, pero el viento en contra imposibilita que me escuche. Poco a poco trato de ponerla en seco, pero ella se obceca en mantenerse en el agua arremetiendo con sendos coletazos. En uno de estos debido a la fuerza de su embestida me llega a cortar el dedo con el trenzado, pero finalmente con calma y nervios de acero, logro ponerla encima de la roca. Durante varios minutos admiro su belleza y tamaño y la pongo a buen recaudo. Lamentablemente el tiempo se nos echa encima. Llamo a mi compi de fatigas para que nos retiremos y pongamos rumbo a casa. Durante la vuelta me comenta que había tenido una tarde horrible, que no paraba de sacar lechuga en cada lance, y que no era su día. Pues no se si era su día o no, pero en la vuelta, en un mal apoyo se resbala y se cae. Por fortuna no se hizo daño y de milagro no partió la caña. Igual no era su día en cuanto a pesca, pero si en cuanto a otro tipo de suertes. Al llegar pesamos a esta grandiosa rival marina que me dejo un momento increíble. Un kilo novecientos fue el resultado final de una pieza que dudo muchísimo logre superar en estas aguas.

Como comenté al principio de esta entrada ha comenzado la temporada con claros y oscuros. Este año por desgracia no podre disfrutar de tantas horas a pie de playa con mi compañero como quisiera, pero al menos, me queda la ilusión de que tengamos mas horas de calidad que el año pasado en la modalidad de spinning ya que vamos puliendo nuestra técnica y mejorando. En cuanto a Egging tengo la esperanza de que cuando cierren los puñeteros trasmallos tengamos veladas mas divertidas y fructíferas que la vivida hoy. Y en lo que se refiere a Surfcasting tengo unas ganas locas por clavar las cañas en la arena y probar un par de nuevas técnicas y truquillos que he aprendido mamando de internet durante el invierno. Al principio de cada temporada me suelo marcar retos para tener algún aliciente extra. Con la pronta captura del pinto creo que no me quedan objetivos asequibles. Superar las medidas máximas de las especies capturadas personalmente hasta la fecha me parece una utopía, así que este verano creo que me dedicare a disfrutar la pesca como tal y me centrare un poquito mas en mejorar la calidad de mis contenidos en el blog dotando a este mismo de material audiovisual dentro de las posibilidades que mi ordenador patata me permita para la edición.




Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

miércoles, 4 de abril de 2018

Festival Lubinero

Vorágine pre-primaveral de nuestras amigas Labrax


Hoy, como otras muchas ocasiones, me pase toda la tarde observando como un poseso el estado meteorológico del clima intentado encontrar algún lapso de tiempo de tregua para coger mis cachivaches y poner rumbo al muelle. La cosa no pintaba nada bien. Fuertísimo viento del Suroeste que azotaba sin tregua. Descargas momentáneas de agua que parecían mini diluvios. La primavera no da llegado, parece que estamos entrando en el invierno en vez de estar saliendo de el. Y esto no tiene trazas de cambiar a corto plazo. Pero el ansia esta ahí, metida dentro, muy adentro. Aun observando el percal, me armo de valor y encamino ruta al pesquero.

Nada mas llegar me doy cuenta que la cosa no pinta nada bien. Fuerte vendaval de superficie que clarea demasiado las ya de por si transparentes aguas. Por si fuera poco, el viento es racheado y gélido. Llevo mas capas de ropa que una cebolla, pero cuando el dios Eolo atiza de frente, es como si estuviera pescando en canicas. Busco una posta más o menos refugiada y comienzo el recital de lances. Nula actividad. Me voy desplazando a lo largo del litoral pero el resultado es el mismo. En alguna ocasión noto algún leve toque, pero nada reseñable. Vuelvo a desplazarme al punto de partida y consigo engañar a una pequeña lubineta que vuelve a su medio ipso facto. Prolongo mi estancia por la zona durante una hora más sin noticias al final del sedal. Dado el éxito en la zona, decido cambiar de lugar para efectuar unos últimos lances y poner fin a la jornada.

Cuando llego observo a un pescador acompañado de su novia tentando suerte. Me aparto un poco para no interferir en su posta y me pongo a lanzar. En la primera recogida noto ebullición en superficie justo debajo de mis pies. El corazón se me acelera. Apresuro el recorrido del vinilo para llegar rápido, y cuando la gomita merodea la zona caliente, sendos lomos plateados acechan desde el fondo. Adrenalina a mil. Lanzo de nuevo y Plof! liada padre en el trenzado. No me lo puedo creer. Seguramente con la emoción habré metido la pata. No hay tiempo, tengo que solucionar esto enseguida. Me dirijo al coche a coger las tijeras para reformar el montaje y el muchacho que estaba pescando me dice: "Hola. Que andas con el vinilo? vente para aquí que están saliendo". Con las pulsaciones a dos mil intento serenarme un poco para poner mi equipo en orden y me acerco a su lado dispuesto a probar fortuna. Cuando bajo a las piedras no doy crédito a lo que veo. Varios bancos de bogones son atizados incansablemente por las lobas. Es una orgía gastronómica para ellas y un orgasmo visual para nosotros. Que maravilla, que gozada ser testigo de tan hermosa escena.

Comienzo a lanzar ansioso. Tras varias tentativas no hay premio. Esto esta plagado de manjares naturales y las lubinas no están por la labor de comer silicona. Cambio de estrategia y monto un paseante a ver si engaño alguna. Fracaso rotundo. Entre tanto, el muchacho arranca dos ejemplares del mar. Vuelvo al vinilo. Esta vez voy variando velocidades y parones. Premio. Una lubina más que decente se engancha en el anzuelo. Pela digna que acaba ganando lográndose zafar del hierro en el ultimo momento. El sol se oculta del todo y da paso a la luz artificial del muelle. El compañero recoge sus bártulos y se retira. Me comenta que a partir de esa hora puede entrar alguna, pero que el momento álgido ya ha pasado. Yo me quedo.

Me posiciono en la parte alta del muelle. Tengo una visión privilegiada de la zona iluminada del mar. En cada lance vienen 4 o 5 destellos plateados detrás del señuelo dándome pellizcos continuos durante el trayecto. Cambio de la recogida lineal a recoger a tirones y pongo las primeras lobas en seco. Esto es lo que les gusta hoy. Todas son devueltas al mar, tienen un palmo mas o menos de longitud. Sigo el carrusel de lances y el recital de capturas. En cada intento pongo una loba en seco. No me lo puedo creer. Cambio en un par de ocasiones de color de vinilo pero a ellas les importa un pijo, siguen entrando como locas. Entre captura y captura, alguna de porte me da una batalla digna, pero las minis son las que están mas activas. Sopeso parar un rato para coger la cámara del coche, posicionarla e inmortalizar el momento en vídeo, pero temo que el frenesí del momento se apague y me quede sin disfrute. Prefiero continuar pescando y vivir el momento.

Según avanza la noche y disminuye la marea, la actividad decrece. Llega un momento que las sigo viendo pululando por la zona pero hacen caso omiso al engaño, salvo alguna carrera corta sin mucha intención. Han sido dos horas gloriosas en las que he puesto en tierra unas 30 lubinas tranquilamente. Todas devueltas a su medio a excepción de dos glotonas y otras cuatro que daban la medida. Me lo he pasado como un crío la verdad. Ha sido un verdadero escándalo. Espero volver a repetir algún momento como el de hoy, para un pescador, no tiene precio.



Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><

jueves, 15 de marzo de 2018

Aliexpress: Señuelos y demás cosas utiles

Voy a compartir mis experiencias positivas en Aliexpress por si algún pescador quiere probar el mundo del low-cost


Ay, ay, Aliexpress. Muchas horas me he tirado buceando por sus paginas y miles de artículos, intentando encontrar ese señuelo especial, o esa herramienta que me hiciese más sencilla las jornadas de pesca. Siempre buscando el precio más asequible posible, ya que la economía no esta para cachondeos. He de decir que me he llevado muchos chascos también, cosas que  he probado una vez, y han ido directamente a la basura. Por eso quiero compartir esta lista donde filtro los objetos que para un servidor merecen la pena comprar. Comenzamos:

                                                                              SEÑUELOS

VINILOS 11 cms. - 1 € unidad



Menudo sorpreson me he llevado con estas gomitas. Salen por menos de 1 €  la unidad y vienen montadas con cabeza y todo. Similares a las Saltwalter Sandeel pero a un precio irrisorio. Las hay en tres pesos: 10g, 16g y 22g. Principalmente uso las de 10g, por que como pesco en zona portuaria con unos 4 o 5 metros de calado como mucho, me van de cine. Los 5 colores que posee cada gramaje son muy interesantes, aunque como suelo pescar de noche, los que mejores resultados me dan son: el cabeza roja y cuerpo blanco de toda la vida, y la blanca luminiscente. Tengo algunas savage gear y estas chinas se mueven igual o mejor. Los acabados de las cabezas y la durabilidad de la pintura: perfectos. El único defectillo que le encuentro, es que a veces los ojos holográficos se despegan con suma facilidad. Una gotita de loctite y andando. Si su uso es más o menos habitual, no hay problema, pero si vamos a estar una temporada sin usarlas, es imprescindible endulzarlas por culpa del anzuelo. Ya sabemos la calidad de los herrajes chinos y la pasión que tiene por abrazar oxido. He de matizar que solo los he usado en puertos y escolleras, y no se que resultado darán en playas y roquedos, pero tienen toda la pinta de que serán muy efectivos.

Vinilo 11 cms. 10 gramos - 1 € unidad
Vinilo 11 cms. 16 gramos - 1 € unidad
Vinilo 11 cms. 22 gramos - 1 € unidad


JIBIONERAS - 1 € unidad




Esta es otra adquisición de la que me encuentro muy orgulloso. No hace mucho, por un despiste, deje olvidada la caja de pesca que utilizaba para los cefalópodos en el muelle. Todos mis señuelos y cachivaches para este fin se encontraban dentro. Entre ellos,  varias poteras yo zuri de las de 9 pavos. Tenía que recomponer mi material, pero no estaba dispuesto a dejarme un pastizal en señuelos. Además, la zona donde pesco esta atestada de cuerdas de barcos, lo que hace que en cada lance te estés jugando 9 lereles. Buscando y rebuscando encontré estas jibioneras en Aliexpress. Menudo acierto. Son increíbles para su precio. Los acabados perfectos, las coronas se salen de las formas habituales, pero aun así, son muy efectivas, y amen de todo esto, son luminiscentes. Existen 5 tamaños, pero a mi en particular el que me va mejor, es el mas pequeño, el de 8 cms. El envío rapidísimo, en menos de dos semanas las tenía en casa. Llevo ya mas de dos meses pescando con ellas y he decir que son igual, o más efectivas, que las de marca.

Jibionera 8, 10, 12, 13.5, 15 cms. - 1 € unidad


IMITACIÓN ZCLAW - 6 € unidad




Este señuelo lo adquirí después estar leyendo el Blog de Ricky va de pesca. Por cierto, recomendadisimo Blog para lubineros. Tiene un vídeo colgado de una hora de pesca continua, en la que saca más de 10 lubinas con esta patata, que me enamoro. Como quería probar el tema de paseantes en superficie, no dude en comprarlo. Para ser una imitación es excelente. La pintura es duradera, los movimientos ideales y lanzar.. lanza a casa de cristo. El precio, indiscutible.Yo me hice con el color amarillo y la verdad, con lo feo que es, me ha dado varias capturas. Además del enlace a Aliexpress, os dejo el enlace al Blog de Ricky. Se aprende mucho y merece muchísimo la pena.

Imitacion Z-Claw - 6 € unidad
Blog Ricky va de Pesca


IMITACION PATCHINKO - 6 € unidad



Imitación perfecta del Patchinko. Nada y lanza casi igual que el original. La librea de colores es la justa y necesaria. Los acabados y la pintura es simplemente genial.  La idea de esta adquisición también la tome prestada de las experiencias de Ricky. Hay dos medidas, en mi caso compre la de 110 mm que es la que mejor se adapta a las zonas donde pesco. El color elegido fue el  4. El vendedor es de 10. La primera unidad que me llego, al poco de usarla, metió agua por uno de los anclajes de las poteras. Se lo comunique  y me envió otra completamente gratis. Eso si, recomiendo una gotita de loctite en las zonas conflictivas antes de mojarlas por si acaso.

Imitación Patchinko - 6 € unidad


POTERAS PARA CHOCOS - 1 € unidad



Estas poteras las utilizo única y exclusivamente para la pesca desde embarcación. Son baratísimas, menos de 1 € por unidad, así que en caso de enroque, tampoco duele tanto el bolsillo. Efectivas son al máximo: en todo el verano, usando las 2 mismas unidades todas las jornadas de pesca, sacamos más de 90 kilos de chocos. Son luminiscentes. Recomiendo colores rojos o anaranjados. Por ponerles algo negativo, es que se despegan fácilmente por la zona de la barriga y que los colores del envió son al azar. Con echarles un hilito de loctite por la panza, tema solucionado.

Poteras para Chocos - 1 € unidad


                                                                                      HILOS

TRENZADO 4 HEBRAS - 5 € Bobina de 300 metros



Este es un trenzado de batalla. Cierto es que no es top ni mucho menos, pero para pescadores de presupuesto ínfimo, es una muy buena opción. Es muy resistente al peso, no tanto a la abrasión. Las bobinas de colores, como casi todos los multifilamentos, destiñen, por eso, aconsejo el color blanco. Al tacto es un poco áspero, pero bueno, dentro de este arco de precios, mucho no se le puede pedir. Siendo más rígido que otros trenzados, es propenso a las odiosas pelucas, por eso hay que estar atento a la hora de lanzar de tener todo en su sitio para no tener ningún problema. Aconsejo pedir una talla o dos menos de la que deseamos, ya que los diámetros expuestos suelen ser mas gruesos que lo normal. El vendedor es SeaKnight, uno de los mejores distribuidores de pesca en Aliexpress, lo que da confianza.

Trenzado 4 hebras - 5 € bobina 300 metros



FLOUROCARBONO - 9 € bobina de 100 metros




También de la casa SeaKnight. Es el primer hilo de este tipo que compro y la verdad es que estoy muy contento. Al menos las lubinas no han desconfiado con él. Ideal para los bajos. El precio es razonable dentro de las desorbitadas cuantías que se maneja este tipo de filamentos. El envío se realiza desde España, con lo que en 3 días más o menos, lo tienes en casa.

Fluorocarbono - 9 € bobina 100 metros


MONOFILAMENTO - 2 € bobina de 500 metros



Este monofilamento es cojonudo para el precio que tiene. En el paquete pone que es marca Daiwa, aunque vete tu a saber si es cierto o no. Lo real es que el hilo se desenvuelve bien. Tacto muy sedoso que se nota en el deslizamiento por las anillas a la hora del lance. El precio es imbatible para un sedal de esta calidad. La única pega que le pongo, es que cuando hay un nudo en la linea, se crea una zona de debilidad, y si va a partir, parte por ahí seguro.

Monofilamento - 2 € bobina 500 metros


                                      HERRAMIENTAS Y UTENSILIOS

A continuación voy a dejar un desglose de esos gadgets que hacen más amena la pesca:



ALICATES: Compañero ideal para nuestras jornadas. Muy completos. Están provistos de una punta para abrir anillas, por la zona de la mitad tienen filo para cortar hilos o lo que sea, y traen una funda para guardarlos o llevarlos colgados de un cinto o una correa. Personalmente desconfiaba del acero chino, pero llevo 1 año con ellos y hasta la fecha no dan señales de oxidación. Precio: 3,25 €
Alicates - 3,25 €

FISH GRIP: Sencillo, básico, de plástico, liviano y que cumple su función a la perfección. Trae una correa de goma ideal para colgarlo de una mochila o cualquier lado. El color amarillo es luminiscente. Hay dos tamaños. Me he decantado por el pequeño por que es mas versátil y suficiente. Precio: 3,50 €
Fish Grip - 3,50 €

BÁSCULA DE MANO: Perfecta para tasar nuestras capturas. Pequeñita y bastante precisa. Ideal para llevarla en la mochila. Usa dos pilas AAA, que no vienen incluidas. Precio: 2,30 €
Bascula de Mano - 2,30 €

GUARDA BAJOS: Indispensables para surfcasting. Este modelo es pequeño, del tamaño de una tapa de un tarro de mermelada mas o menos. Trae 20 unidades. Precio: 1 €
Guarda Bajos - 1 €

LINTERNA UV: Este es un pequeño caprichito que tenia. Trae 3 modos: Luz normal, Ultravioleta (UV) y un puntero láser. La uso principalmente como luz UV para cargar los señuelos de egging cuando el mar esta muy turbio. También la luz común ayuda por la noche para ver, ya que tiene bastante potencia. Es muy ligerita, y lo que me encanto, es que es recargable. Precio: 2,50 €
Linterna 3 en 1 - 2,50 €

ANZUELOS: Infinidad de artículos de esta índole pululan por Aliexpress. Yo pedí estos y la verdad es que me han ido de lujo. Muy afilados y resistentes. Con el tiempo oxidan, pero tardan un montón en hacerlo. Viene 100 piezas, así que tienes anzuelos para aburrir. Precio: 2 €
Anzuelos ojal - 2 €



Bueno, esta es toda la experiencia que un humilde servidor puede compartir de sus aventuras en tierras virtuales chinas. Como comente al principio, muchísimos artículos han ido del buzón, prácticamente a la basura. Los minnows de 1 €, que los hay a patadas, son tirar el dinero. Los anzuelos son basura, y el señuelo suele nadar bien, pero el lance y los acabados, son penosos.

También quiero aclarar que en esto de Aliexpress hay varios niveles. Hay la gama cutre, en la cual puedes encontrar alguna joyita como los vinilos, las jibbioneras y los utensilios que he expuesto, y luego hay una gama más alta donde se encuentran ya señuelos a partir de 4 € que son otra historia. Vendedores como Bearking, Seaknight o Kasting se engloban en este ultimo apartado. Todo es echarle horas, cuartos y utilizar el método de ensayo y error.

Ahora que considero que voy decentemente armado en cuanto a material, toca intentar hacerme con un equipo ligero para pesca en superficie, y alguna cámara de acción. Le tengo puesto el ojo a un par de cañas de 2,10 m, de carretes y de cámaras, pero seguiré estudiando el percal, ya que para esta empresa el desembolso va a ser mas importante.


Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><