lunes, 26 de noviembre de 2018

Calamares con frío calido

Una buena jornada de egging con bastante frío


Llevamos un noviembre encumbrado en cuanto a la meteorología se refiere. Vamos enlazando temporal tras temporal, aguacero tras aguacero, ventolera tras ventolera y así no hay manera de satisfacer nuestra ansia pescantil. Hoy en las tablas del windguru aprecie una leve tregua en la climatología, así que sin vacilar, puse rumbo a la costa.


Baje un par de horas antes del solpor para aprovechar el tiempo e intentar probar fortuna en busca de las anheladas lubinas. Fracaso absoluto. Dos leves picaditas fue todo lo que pude disfrutar. El mar realmente estaba precioso, revoltoso, agitado, turbio, ideal para este tipo de pesca según la humilde opinión de un servidor, pero nada.. nada de nada. Al menos mate un poco el gusanillo de ver revolotear la graciosa gomita bajo el agua. Conforme Lorenzo acariciaba el horizonte, me persone en el muelle para tentar a los cefalópodos.


La primera media hora fue estéril. Lance tras lance mis ilusiones iniciales se comenzaban a mermar. Cuando la luz artificial corono la estancia, Zas! primera picada, y de las buenas. Un calamar voraz decidió hincarle el diente al suculento manjar de plástico y tela. Para mi gozo, susodicho sucumbió al engaño en casa de cristo, lo que hizo la recogida emocionante, prolongada y divertida. Finalmente un ejemplar rozando el medio kilo se vino conmigo. Pocas tentativas mas tarde, otro cefalópodo de porte respetable, se dejo querer por la gambita artificial. En el lugar se personaron un par de pescadores mas. El frió era patente, ya que estamos casi a principios de diciembre, pero el invento que llevaba puesto hacia que casi sintiese que estaba pescando en el salón de mi casa. El artilugio no es otro que unas plantillas calefactables. Un servidor es poco resistente a las bajas temperaturas, y como se me enfríen los pies, se jodió el asunto. Un semana de fiebre, garganta y antibióticos garantizada. Pero con este cachivache tengo las pezuñas calentitas. Cuando noto frió, le enchufo la batería, y a gozar. Los mejores 3 euros gastados de mi vida, sin duda. Eso si, con tanto cable parezco un robocop marino, pero como reza el dicho.. ande yo caliente...


Durante la siguiente hora me hice titular de cinco ejemplares mas, uno de los cuales volvió a su medio ya que su tamaño era irrisorio. Para mi asombro, fui el único de los presentes que fue capaz de obtener capturas. Cosas de la pesca, un día te toca a ti, otro día a otro. Realmente me lo pase muy bien, después de dos semanas en dique seco, mate el gusanillo bien matado. A ver si sigo encontrando algún huequecillo como hoy y puedo ir realizando escapaditas.

Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><


sábado, 3 de noviembre de 2018

A por los chocos!

Estos días toco ir tras los anhelados cefalópodos


Desde que compre el cascaron, tenia la ilusión de disfrutar de unas jornadas de eging embarcado como dios manda. Por esta zona la variedad de pesca es escasa. Pocas especies pueblan nuestros mares y hay que aprovechar el momento álgido de cada una. Una fecha que tenia marcada en el calendario era el 1 de noviembre. Ese es el día que, tras varios meses de veda, se da el pistoletazo de salida para la captura de sepias. Suponía que tras este periodo de descanso biológico, los fondos estarían poblados de nuestros amigos invertebrados. No defraudo.

El día previo coteje el estado del mar y del clima. La lluvia amenazante podría poner en peligro la aventura, pero parecía que las lagrimas de los dioses nos darían tregua. El viento se encontraba dentro de los parámetros requeridos, y un oleaje suave, conjugaban una mezcla perfecta para la jornada. Pues nada, madrugón, desayuno y camino al muelle como un misil.


El día sinceramente estaba feo, plomizo, bastante frió y desagradable. Pero la ilusión de un pescador puede con todo. Monté el tenderete náutico y puse rumbo a las bateas a los endemoniados cinco nudos que me entrega mi poderosisimo motor eléctrico de medio caballo. Una vez alcanzada la zona me puse en faena. Varios pescadores tentaban suerte por la zona pero bastantes menos de los que hubiese esperado dada la notoriedad y festividad de la fecha. La mañana estuvo entretenida. Multitud de picadas de las cuales poco mas de la mitad pude conseguir el ansiado premio. Muchos chocos se quedaron por el camino o se desengancharon a escasos metros de la embarcación. Entre que un servidor esta desentrenado, y lo señuelos que uso no son top, muchos amigos gelatinosos volvieron felices al fondo del mar para su alivio y regocijo. No obstante lo pase muy bien, buen ritmo de picadas, estado del mar perfecto y la barca llena de tinta por todos lados... algo que para mi significa alegría. El recuento de seis kilos de chocos al final de la jornada dan fe de que fue una gran salida.


Los dos días siguientes volví a tentar suerte. El primero de ellos bastante similar al primero. En esta ocasión ya se encontraban bastantes mas embarcaciones por la zona. Era palpable. Había zonas que apenas se notaba presencia de nuestros protagonistas, pero en otras continuaba el bullicio esperado. Cinco kilitos de tan suculento manjar me acompañaron a tierra. El tercer día ya fue mas tortuoso. La cantidad de barcos incrustados entre las bateas comenzaba a masificarse. Como consecuencia menos pesca. Después de dar vueltas durante varias horas por el lugar consumiendo casi toda la batería, y agenciandome solamente cinco ejemplares, decidí cambiar de zona a una mas aislada, cercana a la costa, en teoría menos propicia, pero al menos menos masificada. Fue un acierto. Solamente un navío merodeaba las cercanías. La falta de profundidad hacia la pesca mas sensible y divertida. Exprimí al máximo los pocos amperios que me quedaban, pero al menos pude salvar la jornada. Cuatro kilitos fue la tasación final.


A partir del lunes llegara el momento que los caciques del mar, los llamados profesionales, arrasen todo con sus armas infernales en forma de redes, trasmallos y nasas, y la poca diversión, se esfume. Al menos pude disfrutar de tres días buenos y eso no me lo quita nadie, ni siquiera ellos.

Un Saludo y Buena Pesca! <º))))><