lunes, 18 de agosto de 2014

Un día completo

Hoy fue un día que voy a catalogar como redondo, tanto en actividad como en experiencia y conocimientos adquiridos

Se acerca el final del verano, y con ello el cese de mi actividad de surf casting. Este verano me había propuesto tres metas en el ámbito de la pesca. La primera, coger un calamar, la segunda coger un choco, y la tercera coger una lubina. Las dos primeras las conseguí a principios de verano "fácilmente" gracias al asesoramiento y apoyo del Patrón. Me quedaba por solventar mi última inquietud.

Las condiciones para la pesca en cuanto a marea eran óptimas, subiendo a última hora del día, como nos gusta a nosotros. El estado del viento no tanto, ya que se preveían rachas del norte. En esta ocasión quería realizar mi reto personal en toda su magnitud. En anteriores ocasiones Ángel era el encargado de coger el cebo, yo le acompañaba y le ayudaba, pero realmente quien hacia todo el trabajo era el.  Compre un sacho para dedicarme al tema. Fue objeto de risas varias cuando los expertos en materia me vieron con semejante armatoste.. "Pero a dónde vas con eso!! animal!!!". Anteriormente también fui centro de risas y cachondeos por adquirir un rastrillo de jardinero en los chinos, que claramente y debido a su endebilidad manifiesta, no servía. Antes por poco, esta vez, por mucho.

Menos mal que estaba ahí el Patrón para echarme un cabo. Se llevó semejante herraje y procedió a darle con dulzura y amor unas finas caricias con la radial para dejar el artilugio operativo. A media tarde, Ángel me hizo la señal, había llegado el momento. Me apresure a buscar entre mis cachivaches un contenedor para transportar el cebo y pusimos rumbo a la playa. Elegimos zona, y después de tener un careo con un imbécil que nos negaba el derecho a la recolección de cebo que por ley nos pertenece, nos pusimos al chollo. Eso si.. este personajillo por llamarle algo, en cuanto vio llegar a los vigilantes, salió por patas, igual era porque el contenido de su caldero quinticentituplicabla la cantidad permitida.. serían para vender, cosa totalmente ilegal, subnormales hay en todas partes, pero bueno, eso es otra historia.

Nos ponemos al tema. Las primeras sachadas, bien, yo ahí, pim pam, dándole con amor y con xeito, con motivación. A los cinco minutos esto empezaba a pintar mal, me dolían las manos, los brazos, no había quitado ni la primera lombriz. Al rato se acerca Ángel: "Que, como vas?? ya las tienes??" observo su recipiente y ya tenía unas treinta.. miro para el mio y yo con dos.. cachondeo y camaradería típica por su parte. Luego llegó el momento de la ayuda y los consejos. Al final gracias a él, conseguí recoger unas 20. Fue duro, no voy a negarlo, acabe con las manos llenas de ampollas, me temblaban las piernas del esfuerzo, pero al final con  gran ayuda, lo conseguí. Me imagino lo que pasaría por la cabeza de Ángel, un hombre curtido, fuerte, acostumbrado a las labores de campo, observando como un urbanita enclenque intentaba rivalizar en su competencia. Con el tiempo aprendí gracias a él, que es más cuestión de técnica, que de fuerza bruta.

Volvimos, yo destrozado, pero satisfecho. Nos aseamos, cenamos y pusimos rumbo a nuestro lugar destino. Durante toda la jornada le comenté cuál era mi meta a conseguir en lo que quedaba de temporada. El me alentó y me dio confianza. Llegamos y presentamos nuestra artillería. Al poco rato Ángel comenzó con su samba pesquera. Era buena señal, los peces parecía que estaban y se dejaban notar. En una de mis cañas tuve un simulacro de picada, pero se quedó en eso, un simulacro. Poco después observó en uno de mis punteros una fuerte batida, en seco, seguida de leves réplicas. Me apresuro a tomar los mandos del instrumento cuando para mi sorpresa noto algo al otro lado del sedal.

La recogida fue extraña para mi, daba algún que otro latigazo, pero no el combate feroz típico de nuestros amigos los sargos. Según se aproximaba a la orilla, la intensidad en los intentos del pez por liberarse se incrementaba. Finalmente logré traerlo a la arena. Ángel expectante me grita desde lo lejos: "Una lubinaaa!! ahí tienes tu lubinaa!!!".. cierto, cuando me fije no me lo podía creer. Estaba contentísimo. Este año me daba más que por satisfecho.

La noche prosiguió, tuvimos una gran velada. Yo me hice con 2 sargos y 3 lubinas. Ángel con 14 piezas, pero bueno, él esta a otro nivel. Después del día tan agotador de hoy me fui destrozado para cama, pero contentísimo.



Un Saludo y Buena Pesca!

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