sábado, 28 de marzo de 2015

Prueba del equipo de Surfcasting

Llevaba tiempo deseando poner a prueba el equipo de surfcasting y hoy no deje pasar la oportunidad

En todo el invierno me he ido agenciando el material necesario para ir a pescar a la playa en verano. Me compre un par de cañas modestas (debido a mi presupuesto) que no obstante tienen pinta de poder cumplir con su cometido, un par de pinchos altos para anclar las mismas en la arena y elabore junto a mi piratilla unos cuantos plomos caseros hechos de cemento.

Hoy hacia bastante frío por la mañana. Nos levantamos, desayunamos, acicalamos y deje al peque en el cole. Como este ultimo esta a la orilla de la playa, y la sangre me venia hirviendo desde hace tiempo, decidí comprobar todo el equipo in situ.

Me acerque a la tienda de pesca y compre una sabrosa cajita de cebo.. ya que iba a mojar los anzuelos, que mejor que con algo colgando de ellos, no?. Aparque cerca de la playa y saque todo el arsenal. Las pocas personas que rondaban por el lugar me observaban desde el altar del escepticismo.. estará enfermo por la pesca o simplemente estará loco? Yo creo que reúno un poco de ambas.

Pues nada, después de montar todo el tenderete, hice un par de lances de prueba. Tenia muchas dudas en cuanto a la respuesta de los plomos. Ciertamente son mejorables, sobre todo en su forma, debí de haberlos hecho un poco mas redondeados, ya que en el lance se percibe que ejercen alguna resistencia al viento y en la recogida la sensación es de bamboleo constante, impidiendo conocer con exactitud si traes alguna pieza al final del sedal. Si tengo paciencia y tiempo, intentare hacer otra remesa antes de que comience la temporada y perfeccionarlos un pelín. Como era de esperar, no tuve ninguna picada.

No voy a negarlo, fue la excusa perfecta para grabar mi primer video y subirlo al blog. Aquí dejo mi primera toma de contacto con este campo audiovisual. Nótese el estilazo, gran semblante y los pulidos movimientos del lanzador.


Un Saludo y Buena Pesca!

domingo, 22 de marzo de 2015

Luminosos Caseros... v 3.0 Batalla final

Mucho esfuerzo, horas de trabajo, quebraderos de cabeza... pero finalmente, parece que todo mereció la pena.

Bastante tiempo ha pasado ya desde que el haz de luz de la bombillita del ingenio inundara el interior de mi tenue cerebro. La idea broto entre mis manos como si de una criatura recién nacida se tratase. De lo que no me había percatado en aquel instante, es que esa chispita de creación inicial, me mantendría enfrascado tan obsesivamente.

La primera remesa fue emocionante. Era la versión 1.0. Primero ingeniar un buen diseño, reducido en tamaño, pero grande en prestaciones. Horas y horas dándole vueltas a la cabecita, jugando con las formas, texturas y anticipándome a las posibles agresiones en los distintos escenarios de uso. Luego vino la épica de encontrar los materiales oportunos que se amoldasen al bajo coste pensado desde un principio. Mas tarde el tour de tiendas de electrónica, chinos y ferreterías en busca de los escurridizos objetos necesarios para la consecución de tan espléndido artefacto.

Llego el momento de la primera prueba en vivo. Esa noche recuerdo que fui a pescar emocionado, nervioso y ansioso. Me importaba un pimiento coger algún ejemplar, lo que realmente me interesaba era observar como mi criatura nadaba, interactuaba y se desenvolvía en su estado natural. Fue un fiasco. No duraron ni media hora en "hacer aguas". Subí del muelle enojado pero con la la inercia de tratar de mejorar el artilugio en las próximas fechas. Me di cuenta que había cometido un par de errores y sabia que tenia margen de mejora. 

Para la versión 2.0 estudie a fondo el global del invento. Puse mucho mas énfasis en la estanqueidad y dote al mecanismo de la fiabilidad eléctrica de la que carecía la primera versión. Los monte y los revise mil y una veces. Quería estar seguro de que esta vez era la buena. Baje al muelle con ellos confiado en mi éxito. Allí estaba yo, probándolos con el pecho hinchado. Los lugareños no daban crédito a semejante cachivache. Llevaba una hora, todo iba sobre el plan previsto... pero a la hora y media.. Plaf!! primeros síntomas de fracaso. No me lo podía creer. Cambie uno por otro y continúe las pruebas con la esperanza de que el primero me había salido defectuoso. Me equivoque. Al rato, el segundo presentaba los mismos síntomas.

Me fui para casa con una mezcla de sensaciones negativas... frustración, impotencia, incredulidad, etc. Tantas horas y tanto trabajo no se merecían ese premio. Fue un punto de inflexión. Desde ese momento decidí tomármelo con filosofía, analizar fallos con frialdad  y buscar posibles alternativas.

Finalmente nació la versión 3.0. Antes de poner en circulación esta criatura dedique muchas horas a tratar de comprender la naturaleza de los errores. Los momentos previos a dormir los dedicaba a repasar mentalmente todo el proyecto anhelando encontrar el escollo que me impedía avanzar. Después de tantos baralles creo que di con el clavo. Le envíe unos cuantos ejemplares al Patrón para que les metiese "caña" y me contase sus impresiones. Su informe fue totalmente positivo. Me encargue personalmente de hacer lo propio y para mi satisfacción personal, el objetivo estaba cumplido.

Ahora si, ahora puedo clamar a los cuatro vientos.. es una GOZADA pescar con esto. Ahora que son fiables, es una verdadera maravilla disfrutar de la pesca de los cefalópodos con este invento. Tienes control absoluto de todo lo que haces. Potencia al 100% desde el inicio de la jornada al final, no como los químicos que a los 10 minutos no se ve nada. Aun tengo que comprobarlo, pero el Patrón asegura que con ellos se tienen mas capturas que con los comerciales tradicionales. De ser así, seria doble premio para el artefacto. También logre ajustar bastante el coste del asunto. Salen por el triple que los comerciales, pero duran 20 veces mas y con una potencia envidiable.

En principio hice un batiburrillo de colores, pero dada la experiencia, creo que dejare las opciones en verde, blanco y azul. La curiosidad que genera en los demás pescadores es manifiesta. Llaman tanto la atención, que muchos han querido comprarme algún ejemplar. Alguno me sugirió seriamente patentarlo debido a lo novedoso del invento y que, seguramente si pasa por delante de las narices de alguna empresa, no dudara en copiar el invento. Por ahora seguiré con mi política de uso personal, sinceramente no creo que esto me desgrane suficientes beneficios como para dedicarme en exclusiva a ello. De todos modos estoy muy contento de haberlo conseguido. Espero disfrutar de ellos durante muchos años junto a mis mas íntimos compañeros de pesca.

Un par de fotos de un orgulloso padre de sus preciosos hijos: Versión 3.0... la batalla definitiva:



Un Saludo Y Buena Pesca!

domingo, 15 de marzo de 2015

Por aire, tierra y mar

No tenía muy buena pinta hoy el cielo, pero aun así, picado por el gusanillo de la pesca, decidí bajar a observar el percal. Lo sucedido ni me lo podría haber imaginado.

Me pase toda la tarde examinando con inquietud el cielo y el estado del viento. Los pronósticos no vaticinaban buenas condiciones. La marea era buena, de esas que le gusta a un servidor, subiendo a última hora del ocaso para aprovechar ese par de horas de locura pesquera que se suelen suceder en esa franja. Lo malo era el viento. Fuerte en líneas generales y aun encima con rachas muy potentes que parecían querer arrancar los árboles de sus raíces. No obstante, parecía que la ventolera amainaba por momentos, pero era solamente un breve espejismo en el desolado desierto de mi ilusión.

Aun así decidí darme una vuelta por el muelle para matar el ansia y darme de bruces con la cruda realidad. Cuando arribe me quede sorprendido. A medida que me aproximaba al lugar de pesca vislumbre un par de siluetas al fondo. Eran dos intrépidos pescadores que habían decidido retar a las fuerzas de la naturaleza, y caña en ristre, luchar ferozmente contra las rachas endemoniadas enviadas por el mismísimo Dios Eolo para lograr su objetivo... capturar a alguno de nuestros amigos cefalópodos.

Sinceramente la pesca era completamente inviable. Lanzaban de frente, y antes de que los señuelos acariciasen el agua, se habían desplazado como 30 metros a su izquierda. La sensibilidad en sus punteros era nula, ya que estaban en una lambada continua danzando al son del viento. Me acerque a saludar y comentar la situación. Uno de ellos se lo tomaba con humor e ironía, y proclamaba que pensaba prolongar la pesca cuatro o cinco horas más.

De regreso al coche observe una zona en la que probé suerte un par de veces el año pasado, y que si bien apenas me había dado capturas, al menos hoy parecía que podría ser la localización más propicia para tener el control de la caña. Ya que estaba a pie de muelle, decidí sacar el material de trabajo y hacer unos cuantos lances.


Me posicione y comencé a calibrar los lanzamientos. La sensación era mala, pero no tan extrema como en la que se encontraban los otros dos valientes de la punta. Me sentía un poco desorientado, ya que por culpa de lo agitado del mar, y que de frente tenía el reflejo de un foco en la superficie del agua, en la recogida, apenas podía ver y percibir la situación de mi señuelo... básicamente estaba pescando a ciegas. Aun así me anime a seguir probando suerte durante unos minutos.

Finalmente abrí los ojos y me di cuenta que no era día para mojar sedal. Como de costumbre antes de recoger procedí a realizar mi ritual de "un pitillo y me voy". A mitad de cigarro, lanzo como suelo hacer normalmente. Cuando me dispongo a cerrar el puente de mi carrete, de repente me quedo perplejo, el hilo comienza a salir a una velocidad vertiginosa, yo no doy crédito.. "Pero.. pero... que coño esta pasando???", levanto la vista y observo como mi luminoso atraviesa por el aire a media altura una distancia de unos 30 metros en menos de dos segundos. Parecía una estrella fugaz a ras de mar. Se eleva por encima de una embarcación y acto seguido oigo un fuerte graznido. Entre la perplejidad y la angustia del momento, mi cerebro se empieza a desperezar del colapso inicial y comienza a atar cabos y a reaccionar. Instintivamente le doy un brusco tirón a mi caña y resuena otra vez el graznido. En ese momento contemplo como mi luminoso desciende rápidamente de su estado de levitación sobrenatural y se posa bruscamente en la superficie del mar.

Pasados unos segundos me di cuenta de lo acontecido. Una de dos: o en el lanzamiento le había atinado a una gaviota y mi señuelo la hizo presa, u otra posibilidad es que, esta misma viese el señuelo, lo confundiese con un pez y quisiera llevárselo por aire a un lugar más tranquilo para llenar su bandullo. Increíble, la verdad. No salía de mi asombro.

Una vez recuperado del susto inicial, se presentaba un escenario delicado. Tenía como unos 50 metros de sedal danzando descontroladamente al ritmo impredecible del fuerte viento, una embarcación entre medias, y las condiciones lumínicas eran ciertamente escasas. Cogí aire, y me dispuse a recoger con mimo y cuidado. Cuando comencé a sentir ya un poco de tensión entre mi caña y el sedal me alivie un poco. Notaba que empezaba a hacerme dueño de la situación. Craso error. En los últimos metros para mi desesperación, me fije que entre mi señuelo y mi caña se interponía el cabo de la embarcación.

Aproximo lo más cuidadosamente que puedo la potera al cabo, para tratar de darle una fuerte sacudida para librar el cordamen. De lo que no me había dado cuenta, es que la línea ya estaba enredada en susodicha cuerda. Peleo, y peleo, pero cuanto mas tenso, mas se enreda. Me tiro así cinco minutos, sin avanzar ni retroceder. Entonces intento buscar otra solución. Voy a donde está el cabo anclado a tierra e intento darle vueltas desde allí como si de una comba se tratase. Mis intentos son totalmente estériles, y como premio, me llevo una buena mazadura en uno de mis dedos contra la piedra causándome un buen tajazo. La sangre comienza a chorrear por mi mano y lo peor de todo es que no encuentro solución alguna a este despropósito.

Cojo un pañuelo y me hago un apaño al estilo del último superviviente para que la herida deje de emanar líquido globuminico. La embarcación se encuentra a escasos 5 metros de la orilla pero a mi me parecen kilómetros. Como ultimo recurso intento arrimar la chalana a base de tirar de la cuerda. Nada, no se aproxima ni medio metro. En ese momento me vinieron las palabras del Patrón a mi cabeza "Pra acercar unha barca anclada cun morto a orilla, teñen que haber duas cordas pra facer o xojo..." pues nada.. yo solo veía un cabo y no encontraba ni pies ni cabeza a la situación. Por cierto, todo esto dentro del contexto de estar asediado por el fuerte oleaje y un poderoso viento.

Finalmente claudico. Opto por forzar y romper todo. Allí quedo mi luminoso en la proa del barcucho cuan farolillo verbeneo. Me fui del lugar con una experiencia nueva, una lección aprendida, una potera y luminoso menos.. Ah! y un dedo magullado, casi tanto como mi ego.  He aprendido que el peligro esta en el mar (algas, rocas y trasmallos), tierra (cabos y viejunos territoriales) y ahora en el aire (gaviotas glotoneras)

Un Saludo y Buena Pesca!

martes, 10 de marzo de 2015

Conociendo a tus enemigos: Los Trasmallos

Hoy se presentaba una noche agradable, sin viento y con temperaturas decentes. Decidí bajar al muelle y, aparte de la pesca, me lleve una experiencia nueva.

Todo hacia presagiar una buena jornada. No quise dejar escapar la oportunidad y puse rumbo al muelle. Me establecí y comencé la pesca. No había mucha gente, éramos solamente cuatro, ciertamente raro, ya que las condiciones eran más que aceptables.

Comencé con el batiburrillo de lanzamientos. En menos de una hora tuve mucha suerte sacando cuatro buenos ejemplares del mar. Más tarde, observando que el ritmo de capturas había decaído bastante, opte por hacer lances lo más lejanamente posible para tratar de tentar a los cefalópodos mas tímidos. En uno de ellos noto un enganche fuerte.  La verdad es que me quede bastante sorprendido, ya que venia a media agua y me extraño bastante. 

Total, fuerzo el tema y rompo todo, luz incluida. Me resigno y me dispongo a montar otra vez todo el tinglao. A nadie le gusta perder sus aparejos, pero ciertamente en esta ocasión, tampoco me preocupo demasiado. Perdí una potera de 9€ Yo-zuri crystal, la cual había gozado de multitud de oportunidades y jamás me había dado captura alguna. Realmente me fastidió más por el luminoso que por otra cosa, ya que sea por un motivo u otro, no doy agotado la pila de ninguno.

Pues nada, arreglo el desaguisado y continuo con la pesca. Entre mientras, uno de los veteranos allí presentes comienza a resoplar y a despotricar a los cuatro vientos. Yo lo observo y sigo a lo mío. Poco después posa su caña en el muelle y se dirige al coche. Vuelve con una caña larga, sedal muy grueso y nada más que un plomo grande al final de la línea. Como mi luz quedó en el fondo enganchada, se veía perfectamente desde tierra, así que el hombre comenzó a lanzar contra ella. Tras varias tentativas, logró su objetivo, consiguió amarrar con el plomo lo que allí se hallaba en el fondo.. Me pidió ayuda para arrastrar el nylon de su caña.

Comenzamos a tirar y tirar. Poco a poco la luz se iba aproximando lentamente al muelle. Seguíamos ahí, dale que te dale.  Llegó un momento que el tinglao ya no se movía más, pero cuando tensábamos el sedal, se podía ver el extremo de un trasmallo.. "Malditos cabrones!" rezaba el, que se lamentaba por que algún gilipollas ávido de avaricia pesquera, lanzaba sus trasmallos a menos de 30 metros de la orilla. Yo no me lo acababa de creer, no había ni boyas de señalización ni leches. El me comento que esto es así, ni reglas ni control, la ley del más fuerte. Aun así, no se quedó tranquilo con moverle el artilugio al marinero cabrón de turno.

En ese instante se acercaron dos muchachos jóvenes para pescar. Observando la jauría que se había montado alrededor de tan maléfico cachivache, se acoplaron en las labores de lucha contra el enemigo. Finalmente, con el esfuerzo de todos, logramos sacar el extremo del trasmallo a la superficie.  Nuestro compañero veterano, ni corto ni perezoso, fue al coche, cogió un cuchillo, y procedió a asestar el mayor daño posible a golpe de cortes en las cuerdas al trasmallo del demonio.

Finalmente sin darme casi ni cuenta, tuve una noche muy buena en cuanto a capturas, de las mejores desde que pesco aquí, pero la verdad es que todos nos pasamos mas tiempo entretenidos intentando joder al que nos esta jodidendo, que pescando. Me hubiera gustado ver la cara de gilipollas que se le habrá quedado a la mañana siguiente al desgraciado que no respeta las normas ni las distancias. Foto de las capturas:


Un Saludo y Buena Pesca!

domingo, 8 de marzo de 2015

Comienzo de Temporada en Arousa

Ya tenía ganas, muchas, de hacer una jornada de pesca con el Patrón. No defraudo la cosa.

Llevábamos tiempo planeándolo, buscando fecha y buenas condiciones climáticas. Con la proximidad de la primavera, los días se tornan más soleados y agradables, momento idóneo para lanzarnos a la aventura.

Para el evento planificamos un fin de semana en su tierra, lugar donde un servidor renació como pescador de cefalópodos y que siempre le trae muy buenos recuerdos. Las condiciones de la marea no eran ni de lejos las mejores, pero con el ansia viva que nos recorre el cuerpo, no íbamos a permitir desaprovechar esta ocasión.

Quedamos para comer el sábado acompañados por mi padre, el Gran Capitán, y mi madre. La comida hubiese sido amena si no fuese por una manada de energúmenos que comían a nuestro lado y que hacía imposible mantener una conversación.. Hay gente que ladra en vez de hablar. No obstante recibimos una estupenda noticia de alguien muy especial para mi y que va a probar las mieles de la paternidad en breve.

Una vez concluida la ruidosa comida, y con el consecuente dolor de cabeza debido a los graznidos de los comensales que teníamos al lado, decidimos ir a dar un paseo por la playa en la cual hago surfcasting en verano. Como a mitad de trayecto se encuentra la tienda de pesca, decido intentar hacerme con algún cebo vivo para tentar suerte. Justo cuando llegamos el dueño acababa de cerrar el chiringuito, pero poco le hizo falta al Patrón y su don de persuasión innato, para que nos abriese la tienda y nos sirviese una bandeja de rico manjar para los peces.

Llegamos a la playa y me dispuse a montar el tenderete. No llevaba las cañas de surfcasting y me di cuenta que las cañas de Egging que tenía, eran demasiado delicadas y endebles para este menester. Para más inri el mar estaba infestado con revoltosas algas que se obcecaban en enredarse en nuestros bajos. Fue imposible hacer nada, pero en unos meses me vengare personándome de nuevo en el lugar con el equipo y las condiciones oportunas.

Fuimos a merendar a casa del Patrón. Yo miraba cada minuto el reloj, sabia que el tiempo estaba en nuestra contra, ya que la marea cada vez estaba mas baja. Finalmente conseguimos arrancar, mas tarde de lo previsto, pero arrancamos. En esta ocasión el Patrón me iba a llevar a un pesquero nuevo. No había nadie, todo para nosotros, una gozada. Mi hermana, adicta también a esta enfermedad, nos acompaño.

Comenzamos la jornada. Yo estaba ansioso, eléctrico, incluso nervioso por comenzar a pescar. Para colmo tarde 10 minutos en preparar mi equipo, ya que lo tenia armado con los bajos de surfcasting. Finalmente me aposte en mi lugar y comencé mis lances. Al tercero, Zas! noto la primera picada. Era una buena pieza. En ese momento me di cuenta de lo muchísimo que me gustaba este nuevo emplazamiento. Fue la primera vez desde que llevo pescando calamares, que los saco a nivel del mar, sin estar elevado en un muelle, viéndolos venir de frente a ti mirándote a los ojos... una experiencia increíble. A los pocos minutos, Zas! otra picada. Otro buen ejemplar que decidió abrazar con cariño mi potera. 

Debido al frenesí inicial, casi no disfrute de las capturas. Las saque del mar haciendo esquí acuático como si de un novato se tratase. Aproveche el tirón inicial y me mofe un rato de mis acompañantes "Bueno, aquí el experto esta claro quien es, panda de aficionados!!". No falto tiempo para que el Patrón pusiera los puntos sobre las ies.. "Uy que carallo!! vou ter que concentrarme e ponerme serio, je je je..". Dicho y hecho. Comenzó su recital. Entono su oda a los cefalópodos "Fiuuuuu!!!! vinde pa ca!! Puuuutttaasss!!!" y parecían que estos caían en sus redes como atraídos por un canto de sirena. Uno, dos, tres, cuatro.. el a su ritmo, como siempre. Yo deje de tener picadas, pero me lo pase en grande mientras tanto. También sentí bastante alivio al ver que mis luminosos 3.0 estaban dando la talla. El Patrón alucinaba con la intensidad lumínica de los susodichos.. "Mira, Mira como mola.. Fiuuuu!!! unha estrella fugaz!!!! isto e a ostia!!! molame moito!!"

Después de todo este ajetreo nuestro objetivo se centro en que mi hermana capturase algún bicho. La verdad es que estuvo mas tiempo tocándole la moral y haciéndole putadillas al Patrón, que fijándose en su propia pesca. Al final, se puso al tema, y logro sacar un buen ejemplar. Mas tarde, como comparten el cubo para guardar los calamares, se pasaron toda la noche discutiendo entre cachondeo, cual había sido el que ella había cogido. El Patrón decía que era el mas pequeño, y ella el mas grande.. la verdad es que había sido uno de talla media. Entre mientras, el Patrón seguía a lo suyo, sacando ejemplares para darles un bonito paseo en coche hasta su casa. A las diez dimos por concluida la salida. Solo fue una hora y media pero la verdad es que estuvo muy bien. Aquí dejo una foto de los premios. Los de la derecha son los míos y los otros del Patrón y mi hermana.


Volvimos a casa y cenamos. Programamos volver al muelle a las 0:30 mas o menos. Nos personamos de nuevo pero ya no tenia el feeling de antes. Habían apagado un par de focos y ya no era lo mismo. Para colmo, se había levantado un viento frío del norte muy desagradable. Hicimos unos lances, y el Patrón decidió que cambiásemos de zona a una un poco mas protegida del viento. Allá fuimos, pero básicamente con la misma suerte. Solo tuvimos una captura en hora y media. Aun así, un compañero de pesca que rondaba por allí, nos amenizo la velada con sus anécdotas y chascarrillos. Alucino con la potencia de mis luminosos e intento agenciarse uno... ya le dije.. "no hay problema, son 2000 € , jajaja". Por el momento no pienso hacer negocio con esto, los hago para mi y mis compañeros nada mas.

Regresamos a casa y pusimos punto y final a una jornada que llevábamos tiempo intentando disfrutar, que aunque bastante atropellada por las circunstancias, al final mereció la pena.

Un Saludo y Buena Pesca!