domingo, 8 de marzo de 2015

Comienzo de Temporada en Arousa

Ya tenía ganas, muchas, de hacer una jornada de pesca con el Patrón. No defraudo la cosa.

Llevábamos tiempo planeándolo, buscando fecha y buenas condiciones climáticas. Con la proximidad de la primavera, los días se tornan más soleados y agradables, momento idóneo para lanzarnos a la aventura.

Para el evento planificamos un fin de semana en su tierra, lugar donde un servidor renació como pescador de cefalópodos y que siempre le trae muy buenos recuerdos. Las condiciones de la marea no eran ni de lejos las mejores, pero con el ansia viva que nos recorre el cuerpo, no íbamos a permitir desaprovechar esta ocasión.

Quedamos para comer el sábado acompañados por mi padre, el Gran Capitán, y mi madre. La comida hubiese sido amena si no fuese por una manada de energúmenos que comían a nuestro lado y que hacía imposible mantener una conversación.. Hay gente que ladra en vez de hablar. No obstante recibimos una estupenda noticia de alguien muy especial para mi y que va a probar las mieles de la paternidad en breve.

Una vez concluida la ruidosa comida, y con el consecuente dolor de cabeza debido a los graznidos de los comensales que teníamos al lado, decidimos ir a dar un paseo por la playa en la cual hago surfcasting en verano. Como a mitad de trayecto se encuentra la tienda de pesca, decido intentar hacerme con algún cebo vivo para tentar suerte. Justo cuando llegamos el dueño acababa de cerrar el chiringuito, pero poco le hizo falta al Patrón y su don de persuasión innato, para que nos abriese la tienda y nos sirviese una bandeja de rico manjar para los peces.

Llegamos a la playa y me dispuse a montar el tenderete. No llevaba las cañas de surfcasting y me di cuenta que las cañas de Egging que tenía, eran demasiado delicadas y endebles para este menester. Para más inri el mar estaba infestado con revoltosas algas que se obcecaban en enredarse en nuestros bajos. Fue imposible hacer nada, pero en unos meses me vengare personándome de nuevo en el lugar con el equipo y las condiciones oportunas.

Fuimos a merendar a casa del Patrón. Yo miraba cada minuto el reloj, sabia que el tiempo estaba en nuestra contra, ya que la marea cada vez estaba mas baja. Finalmente conseguimos arrancar, mas tarde de lo previsto, pero arrancamos. En esta ocasión el Patrón me iba a llevar a un pesquero nuevo. No había nadie, todo para nosotros, una gozada. Mi hermana, adicta también a esta enfermedad, nos acompaño.

Comenzamos la jornada. Yo estaba ansioso, eléctrico, incluso nervioso por comenzar a pescar. Para colmo tarde 10 minutos en preparar mi equipo, ya que lo tenia armado con los bajos de surfcasting. Finalmente me aposte en mi lugar y comencé mis lances. Al tercero, Zas! noto la primera picada. Era una buena pieza. En ese momento me di cuenta de lo muchísimo que me gustaba este nuevo emplazamiento. Fue la primera vez desde que llevo pescando calamares, que los saco a nivel del mar, sin estar elevado en un muelle, viéndolos venir de frente a ti mirándote a los ojos... una experiencia increíble. A los pocos minutos, Zas! otra picada. Otro buen ejemplar que decidió abrazar con cariño mi potera. 

Debido al frenesí inicial, casi no disfrute de las capturas. Las saque del mar haciendo esquí acuático como si de un novato se tratase. Aproveche el tirón inicial y me mofe un rato de mis acompañantes "Bueno, aquí el experto esta claro quien es, panda de aficionados!!". No falto tiempo para que el Patrón pusiera los puntos sobre las ies.. "Uy que carallo!! vou ter que concentrarme e ponerme serio, je je je..". Dicho y hecho. Comenzó su recital. Entono su oda a los cefalópodos "Fiuuuuu!!!! vinde pa ca!! Puuuutttaasss!!!" y parecían que estos caían en sus redes como atraídos por un canto de sirena. Uno, dos, tres, cuatro.. el a su ritmo, como siempre. Yo deje de tener picadas, pero me lo pase en grande mientras tanto. También sentí bastante alivio al ver que mis luminosos 3.0 estaban dando la talla. El Patrón alucinaba con la intensidad lumínica de los susodichos.. "Mira, Mira como mola.. Fiuuuu!!! unha estrella fugaz!!!! isto e a ostia!!! molame moito!!"

Después de todo este ajetreo nuestro objetivo se centro en que mi hermana capturase algún bicho. La verdad es que estuvo mas tiempo tocándole la moral y haciéndole putadillas al Patrón, que fijándose en su propia pesca. Al final, se puso al tema, y logro sacar un buen ejemplar. Mas tarde, como comparten el cubo para guardar los calamares, se pasaron toda la noche discutiendo entre cachondeo, cual había sido el que ella había cogido. El Patrón decía que era el mas pequeño, y ella el mas grande.. la verdad es que había sido uno de talla media. Entre mientras, el Patrón seguía a lo suyo, sacando ejemplares para darles un bonito paseo en coche hasta su casa. A las diez dimos por concluida la salida. Solo fue una hora y media pero la verdad es que estuvo muy bien. Aquí dejo una foto de los premios. Los de la derecha son los míos y los otros del Patrón y mi hermana.


Volvimos a casa y cenamos. Programamos volver al muelle a las 0:30 mas o menos. Nos personamos de nuevo pero ya no tenia el feeling de antes. Habían apagado un par de focos y ya no era lo mismo. Para colmo, se había levantado un viento frío del norte muy desagradable. Hicimos unos lances, y el Patrón decidió que cambiásemos de zona a una un poco mas protegida del viento. Allá fuimos, pero básicamente con la misma suerte. Solo tuvimos una captura en hora y media. Aun así, un compañero de pesca que rondaba por allí, nos amenizo la velada con sus anécdotas y chascarrillos. Alucino con la potencia de mis luminosos e intento agenciarse uno... ya le dije.. "no hay problema, son 2000 € , jajaja". Por el momento no pienso hacer negocio con esto, los hago para mi y mis compañeros nada mas.

Regresamos a casa y pusimos punto y final a una jornada que llevábamos tiempo intentando disfrutar, que aunque bastante atropellada por las circunstancias, al final mereció la pena.

Un Saludo y Buena Pesca!

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